DEFINICIÓN Y CLASIFICACIÓN TENTATIVA SOBRE LOS QUE SE ASIENTA LA NARRATIVA BREVE CONTEMPORÁNEA
por Pablo Martínez
Burkett
Planteo de la cuestión
Seguro que conoce la historia del dinosaurio insomne de Augusto
Monterroso. Sí, aquel hallazgo que dice: “Cuando se despertó, el dinosaurio
todavía estaba allí”.
En efecto, hablamos de ese críptico ajedrez de la
narrativa breve que surge con nitidez a partir del simbolismo y el modernismo. Cuentos
que concentran todo un universo en no más de una frase o un párrafo. Todo un alarde compositivo que mientras menos
extenso más intenso ha de ser. Este tipo de narrativa es una modalidad que progresivamente se va haciendo lugar, sin perjuicio de que
ni sus cultores, ni mucho menos sus detractores, se ponen de acuerdo en la
etiqueta.
Y como somos herederos de la tradición grecolatina, uno de los primeros
interrogantes que se nos suscita es la cuestión del nombre. Que es lo que vamos
a tratar de abordar en esta módica colaboración.
(In)definición
La crítica exhibe cierta indecisión en la
nomenclatura de esta rara avis pues, o bien acuden a un retruécano de
una palabra, o se les da por la alegoría. Así, las vacilaciones acuñan minificción,
microrrelato, microficción, microcuento, minicuento, cuento brevísimo,
ficción súbita, nanogénero o aún, narración bonsái. Una Babel nominalista que
haría que un fraile franciscano se degüelle con su navaja porque si el
nombre es el arquetipo de la cosa, acá no hay Nilo que pase por el ojo de
esta cerradura.
Y para seguir con Borges, encima tenemos a
los que en análogo trance, prodigan los emblemas: como dice Ana María
Shúa: “Los microrrelatos tienden a desaparecer
si se los mira de frente: son demasiado tímidos y traslúcidos. Para escribirlos
basta con tomar un poquito de caos y transformarlo en un miniuniverso. Como las
pirañas, son pequeños y feroces. Aconsejo descartarlos si no muerden".
Nombrarlos textos
anfibios es otra abdicación, así que me decanto por literatura
brevísima. Y si bien la superlativa brevedad no es determinante, su
presencia suscita la convergencia de otras notas tipificantes.
Porque mientras menos
extensos, más intensos y exactos habrán de ser, con una concisión producto de
un minucioso balance de cada palabra. A su vez, el estratégico uso de hiatos se
ofrece a la complicidad de un lector calificado, toda vez que reclama un
diálogo en paridad para que la irreverencia, deformación y resignificación se
aprecien y complementen. Y esto no podría ser de otra manera pues el microcuento
se apropia de historias, mitos y aún, textos canonizados.
Esta intertextualidad
casi constante es uno de los atajos para eludir los efectos de la brevedad. La
máxima tensión en el mínimo espacio y una resolución súbita caracterizan a
estos ornitorrincos. También la hibridación a partir de la fusión de linajes a
veces antípodas. Finalmente, el humor, la ironía, la parodia y aún el sarcasmo constituyen
un modo lúdico de ajusticiar ciertos temas.
(Des)clasificación.
Pero vamos a divertirnos un poco para que todo no
sea tan serio. La literatura brevísima es una forma de juego que reclama la
participación lúdica del lector. Un lector formado que complete todo lo que el
autor alude, pero elude.
Así que juguemos con un propuesta de clasificación,
que resulta una invitación a que busque los textos y autores citados y saque
sus propias conclusiones. Esta clasificación, por supuesto, está tomada de una
página apócrifa de cierta enciclopedia china titulada Emporio celestial de
conocimientos benévolos
(s.d.):
Cualquiercosistas (que confunden
cualquier brevedad con microcuento);
Embaucadores (que cifran criptogramas
como minificción);
Innumerables u ocasionales (Acá, Ana
María Shúa et alter; acullá, Borges con Del rigor en la ciencia);
Narcisistas de los 100 metros llanos (El
emigrante; Luis XV y Epitafio para un microrrelatista);
Que se entregan a un pícaro postureo (El
fantasma);
Los Aptos para Toda Mente
(Arreola-Torri-Monterroso);
Los que a mí me gustan mucho (Efectos
Secundarios)
Ya incluidos en esta clasificación, pero Nivel Dios (Monterroso)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario