LA TUMBA DE LAS LUCIÉRNAGAS/ LAS ALGAS AMERICANAS (A.Nosaka) por Juan José Burzi

LA TUMBA DE LAS LUCIÉRNAGAS/ LAS ALGAS AMERICANAS (Editorial El Acantilado, 1999)
de Akiyuki Nosaka
por Juan José Burzi

Akiyuki Nosaka nos presenta dos cuadros de situaciones en estos relatos:

En Las algas Americanas se trata el tema de la humillación y del sentimiento de inferioridad de un pueblo marcado a fuego por la derrota. Como paradigma de este hombre derrotado, Nosaka nos cuenta la particular historia de Toshio, que en el momento de la derrota y la ocupación Americana era apenas un joven que oficiaba de traductor entre las mujeres japonesas que se prostituían por alimentos y los marines norteamericanos, y que veinte años después rememora y revive los sentimientos que lo flagelaron en su juventud. Su mujer, Keiichi, invitó a los Higgins, una pareja retirada de norteamericanos que conoció en unas vacaciones en Hawai. El señor Higgins fue parte de la ocupación Americana, y se maneja en Japón con una soltura que perturba a Toshio, y que en todo momento lo hace sentir nuevamente el joven que fue. Entrometiéndose con el presente, surgen del pasado situaciones inequívocas de lo que padeció el pueblo Japonés al ser derrotado: La forma en que los Americanos le enviaban provisiones para alimentarse que en muchos casos consistían solamente de chicles; la desilusión y degradación del pueblo al escuchar la voz de Su Majestad Imperial por primera vez, para anunciar la derrota por la radio y para dejar caer el manto de divinidad que todos le atribuían. La humillación crece y el deseo de hacer que (...)el señor Higgins, con su eterna sonrisa de suficiencia, su impasibilidad, quede fascinado hasta el delirio de algo de Japón (...) lleva a Toshio a invitarlo a presenciar un show obsceno entre una joven y un veterano actor japonés porno, “Japanese Number One Penis”, como lo presenta el propio Toshio. Hasta en eso falla, dado que el Number One no logra alcanzar una erección y el show se frustra. Como si la sola presencia de ese Americano no sólo afectara a Toshio, si no también a todo Japonés adulto que lo rodea.

En La tumba de las luciérnagas el protagonista es Seita, un niño de 12 años, huérfano por la guerra y a cargo de su hermana Setsuko, de 4. La nouvelle no nos escatima información en ningún sentido. En la página dos sabemos que Seita muere y, también, que lleva consigo los huesos pequeños de su hermanita. A partir de ese momento, Nosaka nos lleva al comienzo de la huerfandad total de los niños, cuando su madre se dirige al refugio antiaéreo a morir y ellos apenas pueden escapar de las bombas incendiarias que son arrojadas desde los aviones enemigos. El hambre, las penurias que pasan en la casa donde son recibidos, y las diferentes situaciones que atraviesan la vida de Seita y Setsuko son narradas con un estilo directo y despejado de emoción. Resulta inolvidable la muerte de Seita, sin fuerzas para moverse y empantanado en su propia diarrea, cubriéndose los pantalones de tierra para disimular su situación; la visión del cadáver calcinado de su madre y la multitud de gusanos que salen de ese cuerpo; la poesía encerrada en el momento en que, estando en la cueva donde terminan viviendo las últimas semanas de sus vidas, Seita y Setsuko atrapan en un mosquitero cientos de luciérnagas para estar iluminados.

Una poesía que atraviesa todo el relato y que, contenida en un momento casi fugaz, parece estar esperando estallar con toda su furia para dejar constancia de que la belleza suele presentarse de cualquier manera, sin importar la locura y el infierno que puede estar circundando esa realidad.

No hay comentarios.:

LECTORES QUE NOS VISITAN