¿A quiénes editás? Criterios de elección. Propósito(s) de la editorial.
La idea de impresión en papel llegó para nosotros, como llega cualquier idea más o menos formada. Escribíamos, leíamos, pero también escribían otros y leían otros. No es muy difícil palpar un sistema de escritores y lectores que siguen día a día la literatura Argentina emergente. Ese gesto a nosotros nos obnubila, es el gesto de las irrupciones y los cambios.
Una noche, un escritor nos dijo que nunca había leído a Borges porque le rompían las pelotas tanto con el tipo, que cuando fue a agarrar un libro, ya se había cansado de este y no tenía ganas de empezar la lectura. Aquí el problema de la cuestión se ramifica. Esta afirmación de nuestro joven escritor supone de movida, una cosa: el mercado te impone lecturas desde sus políticas de consumo y a través del mercado, se dan otras cuestiones de índole políticas. Un ejemplo claro es el Boom latinoamericano, que incluyó ciertos autores y otros los recortó magistralmente con un bisturí de cartón. El tema es la imposición de un mercado que es elitista desde el principio.
Como segundo momento, la afirmación de nuestro escritor muestra un sistema de legitimaciones literarias y un canon que muchas veces se abraza al mercado. Leer un librito de Aira como Un episodio en la vida del pintor viajero, de menos de 100 páginas y que te cueste más de 15 mangos, es algo increíble. Entonces surge la pregunta ¿Qué nos hacen leer? Por ese motivo empezamos a editarnos a nosotros mismos y a ciertos escritores desconocidos que nadie compra, ni siquiera los familiares. En el momento que uno emprende el viaje de edición, ya sabe en qué se está metiendo, pero eso viene bien relacionado a la idea de editorial como órgano de difusión. Órgano visceral donde las ideas pueden ser puestas en movimiento.
A los problemas que toda edición conlleva, le sumamos que gran cantidad de escritores desean editar, y la posibilidad de edición que nosotros tenemos es casi inexistente (tiradas reducidísimas) Nos encaramamos en una aventura compleja pero prolija. Empezamos a editar escritores de pueblos de provincia. Uno de ellos fue Juan Cedrón y su libro El camino de Uritorco, libro que se comieron los capillenses y que sólo tuvo una tirada de 70 ejemplares. El propósito fue muy simple, Juan tenía 82 años, hoy difunto, escribía poesía vanguardista y nunca había editado. Había ido a editoriales pero nunca le habían dado la oportunidad de editar. A nosotros nos gustó mucho y le dimos para adelante. Elegímos las provincias por dos motivos: Viajar y el desconocimiento de esos escritores.
Aspectos positivos y negativos de ser independiente.
Entre las ventajas de ser una editorial independiente se encuentra el propósito de esta editorial. La retribución que deja la edición de un desconocido es el hecho físico que implica compartir un mercado de suburbios, donde el capital que ingresa, suponiendo una estructura de empresa de gente que tiene la intención de imprimir otros autores, es nula.
A veces, es idílico el recorrido de una editorial. Es casi inexistente en el universo de libros Boom que avasallan el mercado. Pero ahí estan muchas de esas editoriales tratando codo a codo con los animales del consumo. Por suerte, hoy día poseemos un circuito cultural, muy a pesar de quienes lo niegan e intentan hacernos creer que estamos hundidos y nos hundimos con el colapso del dólar, este circuito cultural, de Los de abajo irrumpe día a día con sus encuentros y desencuentros pero siempre fortaleciendo el sistema de la literatura emergente en Argentina y Sudamérica.
El único valor negativo de estos movimientos es cansarse o terminar girando hacia las grandes compañías del mercado literario. Escritores que se vuelven al Boom, ese, también es un peligro.
CRUCE EDITORA se consigue en:
Biblos, Puán 400.
Puestos de libreros de Facultad de filosofía y letras, Puán 480.
La capillense, diagonal Buenos Aires 209, Capilla del Monte, Córdoba.
El salitrero, San Martín 430, Ojo de Agua, Santiago del Estero.
Ferias de libros independientes
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