FELICES LOS NIÑOSde Patricia Bence Castilla
Ediciones Ruinas Circulares – Colección Octaedro - 2007
por Grazia Depenna
El libro de cuentos de Patricia Bence Castilla, es un conjunto de relatos donde se plantean las distintas formas de violencia hacia los niños. Estas situaciones acentúan el tono irónico que termina volviéndose sarcástico y difícil de soslayar desde el título mismo del libro.
Las historias son presentadas con un lenguaje coloquial que muchas veces atenta contra la idea de cuento, pero se puede resaltar por otro lado que no cae en el fácil y mediocre lugar común de circunscribir esta problemática sólo a los sectores más desprotegidos. Con inteligencia Bence Castilla utiliza la voz de esos niños marginados, maltratados, abandonados o arrancados de su propia niñez, para plantear desde la incomprensión de ellos mismos, esas miserias.
Casi todos los cuentos tienen un “final sorpresa”, pero muchas veces el lector se termina acostumbrando a esperar ese “latigazo inesperado” y aunque el desenlace sea imposible de adivinar antes del fin, encontramos que ya estamos avisados o protegidos contra el golpe. En consecuencia, aunque no imaginado, el final sorpresa termina desbaratado.
Lo más destacable en estos cuentos es que la autora no se queda en la mera descripción de hechos violentos y traumatizantes para los niños, sino que muestra y descubre las transformaciones provocadas por la violencia y el desamparo.
Bence Castilla se mete sin ambigüedades con temas como el anhelo por lo que nunca se tuvo (Ella), la niñez desprotegida, la evasión por medio del juego (La llama del dragón, El tren expreso), la indiferencia del entorno (Cumpleaños Feliz), la resignación, el incesto, el abuso (La Elvira), el miedo o el silencio (Juego de manos, juego de villanos), la complicidad de los adultos ante las perversiones, la fantasía como refugio, evasión y estrategia ante la carencia afectiva.
Felices los niños de Bence Castilla, es un libro de cuentos que de alguna manera siempre estamos esperando, por su lucha, por su esfuerzo y por su compromiso.
Las historias son presentadas con un lenguaje coloquial que muchas veces atenta contra la idea de cuento, pero se puede resaltar por otro lado que no cae en el fácil y mediocre lugar común de circunscribir esta problemática sólo a los sectores más desprotegidos. Con inteligencia Bence Castilla utiliza la voz de esos niños marginados, maltratados, abandonados o arrancados de su propia niñez, para plantear desde la incomprensión de ellos mismos, esas miserias.
Casi todos los cuentos tienen un “final sorpresa”, pero muchas veces el lector se termina acostumbrando a esperar ese “latigazo inesperado” y aunque el desenlace sea imposible de adivinar antes del fin, encontramos que ya estamos avisados o protegidos contra el golpe. En consecuencia, aunque no imaginado, el final sorpresa termina desbaratado.
Lo más destacable en estos cuentos es que la autora no se queda en la mera descripción de hechos violentos y traumatizantes para los niños, sino que muestra y descubre las transformaciones provocadas por la violencia y el desamparo.
Bence Castilla se mete sin ambigüedades con temas como el anhelo por lo que nunca se tuvo (Ella), la niñez desprotegida, la evasión por medio del juego (La llama del dragón, El tren expreso), la indiferencia del entorno (Cumpleaños Feliz), la resignación, el incesto, el abuso (La Elvira), el miedo o el silencio (Juego de manos, juego de villanos), la complicidad de los adultos ante las perversiones, la fantasía como refugio, evasión y estrategia ante la carencia afectiva.
Felices los niños de Bence Castilla, es un libro de cuentos que de alguna manera siempre estamos esperando, por su lucha, por su esfuerzo y por su compromiso.
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