ANTÁRTIDA (de Claire Keegan), por Diego Gentile

ANTÁRTIDA
de Claire Keegan
Eterna Cadencia, 2009
por Diego Gentile

El “descubrimiento” literario del año pasado puede dividirse entre dos escritores: ambos irlandeses, John McGahern (editado por Adriana Hidalgo) y Klaire Keegan (editada por Eterna Cadencia) De Keegan y de su primer libro de cuentos, Antártida (se invirtieron el orden, Recorre los campos azules fue el segundo libro, pero el que primero se editó en Argentina; y recientemente se editó Artántida) es de quien hablaremos.

Claire Keegan nació en 1968 en Irlanda, en el condado de County Wicklow, y se crió en una granja con una estricta educación católica. A los 16 años se instaló en Nueva Orleáns, Estados Unidos y en 1992 regresó a su país natal. Recibió los premios Edge Hill Prize (por Recorre los campos azules, mejor libro de cuentos publicado en las Islas Británicas en 2007). El Oliver Cook Award, el Kilkenny Prize y el Tom Gallon Award (por diferentes relatos)

Los cuentos de Antártida tratan diferentes temáticas, pero coinciden en una escritura sólida y sin devaneos. Antártida, por ejemplo, es un relato sin concesiones acerca de una esposa-ama de casa que tiene una aventura sexual con un desconocido, aburrida de su vida de casada. En el cuento hay una amenaza latente que, sobre el final, se confirma. Algo similar pasa con Donde el agua es más profunda y Quemaduras, donde logra producir esa peculiar atmósfera de tragedia inminente, y es Quemaduras el comento más “Carveriano” del libro. Un relato de ámbito familiar, tensión por el momento de la familia (los hijos del protagonista convivirán con su nueva pareja) y un elemento tan liberador como inesperado. Un cuento de antología.

Otro cuento, Hermanas, se adentra en la relación entre hermanas y la ambigüedad “te quiero”/“te odio” que suele existir entre hermanos. No es nada nuevo, pero está magistralmente contado. La mayoría de los cuentos (por no decir “todos”) atraviesan en un momento u otro el tema de las relaciones humanas y los sentimientos. Suba si se anima, es acerca de una cita a ciegas y de lo mal que puede salir. Sin embargo, la desesperación ante la soledad puede más, y no todo tiene que verse tan mal. O al menos es lo que piensa uno de los protagonistas.

Amor en el pasto alto es un cuento destacado dentro del libro, conjuntamente con La cajera que canta. Amor en el pasto alto es una historia de amor, triste, muy triste. Un médico casado que no se quere separar de su mujer por sus hijos. En un momento, él le pide a su amante diez años para dejar que los niños crezcan, y ahí sí, reencontrarse. Ella acude a la cita, diez años después… el resto del cuento es preferible que lo descubra el lector. La cajera que canta no tiene la típica estructura del cuento clásico, y aún así logra sorprender y causar un escalofría al lector. Como dato revelador va una pista: en el cuento rondan Fred y Rosemary West, un matrimonio que vejaron y asesinaron adolescentes durante varios años, antes de ser descubiertos.

Hay más cuentos, hay embarazos, un amor imposible entre una adolescente y un adulto que termina en tragedia, un asesinato y una ¿confesión?... antártica, en definitiva, es una puerta de entrada a la mejor literatura, tal como lo fue Recorre los campos azules. Cuando se está leyendo estos libros, dan ganas de cerrar esa puerta, y no salir más.

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