LA VIRGEN CABEZA (de Gabriela Cabezón Cámara) por Ariel Gamarra

LA VIRGEN CABEZA
de Gabriela Cabezón Cámara
Eterna Cadencia, 2009
por Ariel Gamarra





Gabriela Cabezón Cámara, periodista y escritora, publicó una novela que aborda la marginalidad y a la vez el tradicional universo del amor en menos de 200 páginas, La virgen cabeza. Llama la atención la facilidad con que se lee el libro, y a la vez la densidad del contenido, a veces oscuro y a veces irónico.

En la villa El poso, el travesti Cleopatra tiene una revelación mística: se le aparece la Virgen María. Influída por esta aparición, Cleopatra decide dejar de prostituirse y además busca solucionar la problemática de la villa. Obra milagros (o por lo menos lo que parecen serlo) y es por eso que tanto villeros como outsiders (gente de clase media/alta y famosos) acuden a ella. Esto es una noticia, y Qüity, periodista que está en busca de una historia marginal para retratarla y obtener así un importante premio (el de la Fundación Nuevo Periodismo, toda una ironía), se adentra en la villa para conocer de cerca el fenómeno.

Un acierto de la autora, Gabriela Cabezón, es que le hubiera resultado mucho más simple hacer que el personaje de Qüity encare su “aventura” con los prejuicios propios de la clase media a la que pertenece, con una mirada entre crítica y cínica. Sin embargo, no lo hace, y ella encuentra su lugar en el mundo en la villa.

A lo largo de la novela habrá marginalidad, dolor, humor, pibes chorros, chongos, drogas… y, como no podía ser de otra manera, un elemento que terminará siendo desencadenante: la policía invariablemente corrupta. Todos estos elementos están muy bien retratados, y lo mismo sucede con el amor que surge entre Qüity y Cleopatra. Con mucho de militancia por y desde la diversidad, la autora nos retrata una historia de amor singular, que no tiene muchos antecedentes en nuestra literatura (Continuadísimo de Naty Menstrual es un antecedente cercano)

La Virgen Cabeza es un libro que también puede ser emparentado por algunos elementos con la literatura de Cucurto (cumbia, marginalidad), pero que se destaca justamente por lo que los libros de Cucurto no: es una novela que no entrega la forma a su contenido.

Debut literario singular y promisorio, queda esperar otro libro de la autora, que, por lo visto, audacia no le falta.
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