Antes de seguir adelante con Paciente X,
es necesario aclarar que David Peace ha vivido la mayor parte de su vida adulta
en Tokio, y que ha escrito una tetralogía (Red Riding Quartet) ambientada en
Japón, y que también realizó trabajos sobre el Japón post Segunda Guerra
Mundial.
El caso clínico de Ryunosuke Akutagawa es el subtítulo del libro, y en torno a ese subtítulo es una de las formas en
las que se puede abordar su lectura. El libro está compuesto por 12 historias
que relatan momentos e incidentes de la vida y obra de Akutagawa, autor
fundamental y fundacional de la
literatura japonesa moderna, muchas veces señalado como el padre del cuento
japonés. Akutagawa se suicidó a los 35 años, atormentado por su inestable
estado mental, y con el temor de terminar totalmente loco, como su madre. De
allí que muchos de estos 12 capítulos toquen de manera directa o indirecta el
tema de la locura, de las visiones, y las alucinaciones.
Paciente X resulta revelador en tanto
retrato de un tipo particular de artista: el del genio atormentado, obsesionado
con la naturaleza de su propio yo y la imposibilidad del verdadero
autoconocimiento. Criado por su tía y su tío después del
colapso mental de su madre, Akutagawa crece tímido y asustado y se convierte en
un adolescente resguardado en los libros, habitando así un “mundo de palabras
de segunda mano”. Busca amistades y relaciones con otros escritores japoneses
(Junichiro Tanizaki, con quien tendrá sobre el final de su vida una famosa
disputa literaria; Natsume Soseki, con quien se profesaba admiración mutua) y
se sumerge en la literatura tanto de Oriente como Occidente, atraído por los
doppelgangers y los encuentros extraños e inexplicables.
En esencia, esta biografía ficcional tiene
relatos de la vida de Akutagawa como hombre y como artista, abarcando sus
amistades, sus relaciones y sus creencias (vale recordar que Akutagawa compuso una
serie de relatos cristianos pasados por el prisma japonés, incluso se volcó al
catolicismo)
Una extensa bibliografía al final de la novela
sugiere que Peace ha leído todo lo que hay que saber sobre Akutagawa, tanto en
inglés, como en japonés. Ahora, es justo decir que a esa extensa bibliografía, debe agregarse esta obra inevitable: Paciente X.
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