ENCUESTA SOBRE EDICIÓN: FEDERICO SOLER

FEDERICO SOLER

a) ¿Cuál es tu opinión sobre la autoedición o "edición de autor"? ¿Te autoeditaste alguna vez?

Tengo la impresión, en estos tiempos donde el personaje del autor vale más que su obra, de que ser editado está sobrevaluado y autopublicarse está devaluado. En el medio de ambas acciones hay variadas posibilidades.

En mi experiencia, no me autoedité, si me autopubliqué. La diferencia, que parece sutil o nimia, puede otorgar algo de luz. Mis dos libros editados los hice de forma particular, pero con buenas editoriales, sabiendo que serían cuidadosos en el armado del libro y que tampoco publicarían cualquier cosa, tenían criterios de edición aunque fuera un trabajo por encargo. Me interesaba que mis libros atravesaran el trabajo de edición.

Hay muchos editores que publican su obra, por lo tanto se autoeditan, pero esta acción queda oculta tras el nombre comercial de una editorial.

En Tucumán, que es desde donde escribo, el acceso a publicaciones de editoriales chicas o autogestionadas, recién creció en los últimos diez años. Cuando salió mi primer libro de poesías en el año 2017, eran muy pocas las editoriales.

En nuestro Norte Grande, Tucumán fue pionera en lo que a editoriales independientes se refiere. Con la aparición de estas editoriales, donde empezaron a publicar a autores diversos, a la par empezó a crecer este prejuicio que desmerece la autopublicación.

Una anécdota puede describir esta situación, en el 2006 o 2007, Eduardo Perrone buscaba como reeditar sus propias novelas, ya que aquí las que se conseguían se vendían a muy buen precio, pero como no existía ninguna editorial, quedó trunco su deseo.

No debemos escamotear que algunas editoriales independientes o pequeñas, camuflan la autoedición creando una editorial que además utilizan para editar a amigos y conocidos. Otras, más fieles al oficio y con cierta proyección literaria, mantienen criterios estéticos y literarios menos contaminados con la dependencia afectiva.

No perdamos de vista, que la autopublicación produjo sus brotes en las plataformas virtuales, que tuvieron cierto auge para luego proliferar también en facebook. El blog fue una alternativa para quienes vivíamos lejos de las editoriales y nos atrevíamos a publicarnos. Algunos de los relatos de Carlos Busqued, que rescató la revista “Clarice”, fueron autopublicados en su blog Borderline Carlito, sin ir más lejos.

Antes de publicar mis libros, también tuve mi blog y realizaba posteos en facebook, en especial por aquellos años el face, repetía el formato de los blogs y permitía subir textos extensos. Sin embargo, no se nos ocurre subestimar a quienes se autopublican en redes o plataformas virtuales. Por lo que el foco de este prejuicio viene de otro lado.

b) Cuando llega a tus manos un libro que es una edición de autor, ¿lo abordás con algún prejuicio? ¿Nos podés dar algún ejemplo de algún libro autoeditado que recomiendes?

En mi época de estudiante universitario, que es cuando como lector empecé a tener algunos criterios de lectura, mis búsquedas se realizaban en librerías de saldos tucumanas. Nuestro google presencial. En esas búsquedas te encontrabas con varios libros de autor de la región y de otras provincias más alejadas.

Aquí en Tucumán, por lo menos hasta el 2010, casi no había editoriales independientes. Los escritores tucumanos no tenían otra posibilidad que autopublicarse. Salvo algunos que fueron a probar fortuna a Buenos Aires, como le sucedió a Eduardo Perrone, un desconocido, sin contactos, que logró concretar el sueño de todo autor ignoto. Otro ejemplo, es el de Tomás Eloy Martínez, también tucumano publicado, pero él contaba con la ventaja de ser periodista y conocer contactos en las editoriales porteñas.

Me di la licencia de esta introducción, para afirmar que nunca tuve prejuicios al abordar una obra de autor. En mi caso, no es una barrera para leer a un autor. Pero, además porque soy parte de estos parias de la escritura.

Al que recomendaría como libro de autor es al escritor tucumano por adopción Lorenzo Verdasco. Tanto por el contenido, una obra poética y narrativa coherente, potente y distinta a lo que publica cualquier editorial, no solo tucumana. Como por su estética y cuidado de edición. Aborda una narrativa con temas escabrosos, como puede ser la homosexualidad en los vericuetos de lo clandestino. Su recopilación de relatos “Informe sobre señores”, es un libro indispensable en la biblioteca para aquellos que buscan literatura de borde.

En este sentido, lo que es valorable de las ediciones de autor, es cuando la misma está elaborada, cuidando los detalles de imagen y de contenido. Ya sea porque el autor tiene ciertos cuidados y participa, porque la editorial que realizaba el trabajo tiene oficio o porque se amalgaman ambas.

c) Fuera de las diferencias que suelen haber en tirada, distribución y prensa, ¿nos darías tu punto de vista de por qué se considera "más seria" una edición en la que el autor no paga por ser editado? ¿Es tan importante la figura del editor?

En el sentido común, que como decía Barthes es el menos común de los sentidos, se cree que la edición donde el autor no paga es más seria, porque una empresa o asociación elige a un autor para publicar sin otra intención que la calidad de la obra en sí. Sin embargo sabemos que no es tan así. Hay otro tipo de intereses que deciden publicar a determinado autor y no a otros. No siempre es por una pretendida calidad literaria. Intereses que a veces tienen que ver con lo económico, lo afectivo o que se suma a la moda temática del momento.

No creo que tenga más prestigio una edición en la que el autor no paga. Porque en definitiva, siempre se paga, no solo para ser editado. Algunos pagan hasta con libra de su propia carne. Sin embargo ese prejuicio circula y sin embargo como dije antes, hay varios formatos donde los escritores nos autopublicamos y no son mal visto.

La figura del editor y de la editorial es importante. Siempre y cuando no sea una mera figura sin lineamientos y criterios estéticos. Un buen editor te corrige, te hace repensar tu obra y ayuda para que la misma brille.

Pero me parece importante resaltar la importancia de la publicación, y no solo en formato virtual. Sea con apoyo editorial o de una autogestión, la publicación de esa obra termina de constituirse en ese acto y el escritor como tal también. Me atrevo a decir que es fundamental lograr concretar la etapa de publicación para que el escritor aparezca y pueda llegar a su lector. En definitiva, autorizarse como escritor. Porque esperar como la Cenicienta a que aparezca el Príncipe Azul de las editoriales y la buena obra calce en su zapatito de cristal puede llevar a que solo sea una acción automutilante.

Que circule la obra es importante. Quizás aquí resida la dificultad de autopublicarse, que no tiene desplegado un sistema de ventas. Y quedamos acotados a circular sólo por la región. Pero también les sucede a las editoriales autogestionadas.

1 comentario:

Lucio dijo...

Hay varios hallazgos conceptuales en estas respuestas. Excelente

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