OBRA COMPLETA(Editorial Claridad, 2006)
de Edgar allan Poe
de Edgar allan Poe
por Juan José Burzi
Editorial Claridad reeditó la obra completa de Edgar Poe. En nueve tomos, podemos encontrar todos sus relatos, sus poesías y, lo que es aún más importante por lo difícil, casi imposible, de conseguir: sus ensayos y críticas literarias. Entendiendo la imposibilidad, por cuestiones de espacio y tiempo, de reseñar cada tomo, simplemente destacaremos algunos elementos que hacen de esta esperada y necesaria reedición una obra ineludible para comprender varios aspectos de la literatura contemporánea.
El tomo Misceláneas nos muestra un Poe casi secreto, destinado a ser leído, hasta la presente edición, por estudiosos de su obra- siempre y cuando pudieran dar con el material- para lo cual primero debían saber que existía. Se pueden apreciar algunos aspectos simpáticos en los artículos dedicados a temas tan disímiles como El daguerrotipo, Nota sobre los gatos, La remolacha, Natación, etc. Advertimos como Poe no se privaba de escribir sobre ningún tema en particular, en especial cuando de esos artículos dependían los pocos dólares que obtenía para subsistir. Porque si hay algo que nos revela esta edición es que además de ser uno de los más importantes escritores de Norteamérica, Poe fue un profesional en todo aspecto, realidad que deshace un poco esa imagen demasiado romántica que algunos hacen de su figura.
También en Misceláneas podemos encontrar en forma completa las invalorables Notas al Margen (o Marginalias) desde las cuales se puede edificar una forma de entender y vivir la literatura. En estas breves anotaciones Poe no se priva de abordar ningún tema, pero la diferencia con las notas antes mencionadas (La remolacha, Natación, etc) es que estas Notas al Margen tratan acerca de temas ligados a lo literario: la composición, pequeñas críticas, comentarios de otros libros, etc. Y encontramos, completa también, esa saga crítica y despiadada llamada La gente de letras de la ciudad de New York: más de 100 páginas de críticas feroces y no tanto a más de 30 escritores de la época, muchos de los cuales pasarían al total (y justificado) olvido de no ser por haber sido mencionados por Poe. Es que, salvo excepciones, podemos ver como Poe no se equivocaba cuando valoraba a sus contemporáneos, erigiéndose así como uno de los puntales de la crítica literaria de Norteamérica, y también ganándose el encono de gran parte del mundillo literario.
En el tomo llamado Ensayos se destaca esa obra que Paul Valéry llamó “El primer poema cosmogónico”, Eureka. Al referirse a este ensayo, Poe dijo: “He escogido un tema amplio, el Universo”. Ni más ni menos. Tomado en su momento como el devaneo de una mente enferma, Eureka anticipó, sin la terminología científica adecuada, pero en forma poética, lo que décadas más tarde sería llamada “la teoría del Big Bang”. Además de Eureka, también se destacan los ensayos El pago a los autores americanos y Algunos secretos sobre la prisión de las revistas, irreverentes, cáusticos y sobre todo, tristemente actuales. En El principio poético podemos encontrar uno de los párrafos más simples y a la vez bellos sobre la poesía: “Nos hemos metido en la cabeza la idea de que escribir un poema simplemente por el poema mismo, y reconocer que ése ha sido nuestro propósito, equivaldría a admitir nuestra total carencia de la auténtica fuerza y dignidad poéticas. Pero la simple realidad es que , si nos permitiéramos bucear en nuestras almas, descubriríamos de inmediato que no existe ni puede existir bajo el sol ninguna obra más cabalmente digna, más supremamente noble que este mismo poema, este poema per se, este poema que es un poema y nada más que un poema, escrito solamente por el poema mismo.” En este ensayo, Poe deja en claro su postura: el artista debe preocuparse por la verdad únicamente en el sentido artístico, como subproducto de la belleza, y no en el sentido científico; por tanto, la enseñanza y la prédica no son del dominio del arte. Por último, también vale destacar su Método de composición, que no por archiconocido deja de ser sorprendente y esclarecedor, más allá de que se crea en cómo él dice haber concebido su poema El Cuervo o no.
Crítica literaria (tomo 1 y tomo 2) nos da la justa medida de Poe como crítico literario. Allí nos podemos encontrar con algunas críticas sobresalientes y de las cuales siempre hay algo para aprovechar: las críticas a Nathaniel Hawthorne, Samuel Taylor Coleridge, Fenimoore Cooper, Daniel Defoe, Charles Dickens, Washington Irving, Longfellow, Eurípides, John Milton, entre las mejores. Y también están las críticas a autores contemporáneos a él que no perduraron y de quienes no hay material de lectura hoy en día. En estos casos, sin tener las obras, solamente debemos apreciar el juicio de Poe, sus posiciones, y olvidarnos del libro en sí. Poe a veces es un hombre capaz de dejarse llevar por cuestiones personales y enconos que poco tienen que ver con su a veces exuberante lucidez , pero también demuestra en más de una ocasión ser un crítico sagaz e inteligente (como se muestra en la crítica a Twice Told Tales de Nathaniel Hawthorne, donde además de dar en el punto exacto en la alta estima que tiene con algunos de esos cuentos, también define en forma clara y concisa su teoría del cuento, teoría que delineó el cuento moderno)
Poesías completas es el tomo más delgado de todos, y, paradójicamente, el que Poe más hubiera estimado. Sabido es que la primer intención de Poe (y tal vez la única) fue la de ser poeta. Se dedicó a escribir cuentos atraído por los concursos literarios y por las revistas, pero siempre tuvo a la poesía como el punto más alto de la literatura. “Para mí, la poesía no ha sido un fin propuesto, sino una pasión; y las pasiones merecen reverencia: no deben, no pueden ser suscitadas en vista de las mezquinas compensaciones de la humanidad o de sus elogios, aún más mezquinos.” Esta cita se encuentra en la contratapa del tomo, y no pudo haber sido más adecuada la elección. Poesías como Un sueño dentro de un sueño, Silencio, A Helena, El palacio encantado, El gusano vencedor, El cuervo, Anabel Lee son las gemas más relucientes de este tomo.
El tomo Cuentos de humor y sátira no contiene los mejores relatos de Poe, su incursión por el humor fue muy despareja, con más altibajos que aciertos, pero son cuentos difíciles de conseguir y nos sirven para conocer todo el espectro cuentístico de este maestro del cuento. Se destacan: Sin aliento, cuento que dio lugar a uno de los más complejos análisis literarios valiéndose de la psicología, por Marie Bonaparte, discípula de Freud; El hombre que se gastó, un cuento grotesco, que a la vez funciona como una burla a una sociedad que se entregaba al “progreso” y a los avances científicos y se olvidaba del hombre; Tres domingos en una semana, de donde Julio Verne sacó la idea central para escribir su Vuelta al mundo en ochenta días; El diablo en el campanario, un extraño relato, a veces siniestro, que no deja de ser una sátira, Conversación con una momia, donde Poe deja ver un costado político reaccionario, Los anteojos, un cuento cuyo argumento y anécdota son tan precarios que cuesta creer que fue escrito por Poe, y a la vez es ese exceso de mal gusto lo que lo hace grotesco y sí, finalmente divertido; Nunca apuestes tu cabeza al diablo, relato que Poe originalmente subtituló “Cuento con moraleja” y fue concebido como una ironía hacia aquellos que en su momento lo criticaron por los climas sombríos y los temas siniestros de sus relatos y por no escribir nada “edificante”.
Aventuras de Arthur Gordon Pym, que ocupa un tomo, fue la obra más extensa de Poe, en la cual Borges vio un anticipo de lo que años más tarde sería Moby Dick. Novela de aventuras marítimas (naufragio y canibalismo incluidos) resulta ser, en sus páginas finales, un viaje alucinatorio, en un mundo inexistente y blanco hasta la locura, que roza la ciencia ficción. Algunos consideran que Poe nunca terminó de escribirla, por eso el final interrumpido abruptamente. Otros encuentran en ese último párrafo un climax final y la mejor manera de terminar con una aventura que no aceptaba otro cierre más que el misterio y lo inexplicable.
Editorial Claridad reeditó la obra completa de Edgar Poe. En nueve tomos, podemos encontrar todos sus relatos, sus poesías y, lo que es aún más importante por lo difícil, casi imposible, de conseguir: sus ensayos y críticas literarias. Entendiendo la imposibilidad, por cuestiones de espacio y tiempo, de reseñar cada tomo, simplemente destacaremos algunos elementos que hacen de esta esperada y necesaria reedición una obra ineludible para comprender varios aspectos de la literatura contemporánea.
El tomo Misceláneas nos muestra un Poe casi secreto, destinado a ser leído, hasta la presente edición, por estudiosos de su obra- siempre y cuando pudieran dar con el material- para lo cual primero debían saber que existía. Se pueden apreciar algunos aspectos simpáticos en los artículos dedicados a temas tan disímiles como El daguerrotipo, Nota sobre los gatos, La remolacha, Natación, etc. Advertimos como Poe no se privaba de escribir sobre ningún tema en particular, en especial cuando de esos artículos dependían los pocos dólares que obtenía para subsistir. Porque si hay algo que nos revela esta edición es que además de ser uno de los más importantes escritores de Norteamérica, Poe fue un profesional en todo aspecto, realidad que deshace un poco esa imagen demasiado romántica que algunos hacen de su figura.
También en Misceláneas podemos encontrar en forma completa las invalorables Notas al Margen (o Marginalias) desde las cuales se puede edificar una forma de entender y vivir la literatura. En estas breves anotaciones Poe no se priva de abordar ningún tema, pero la diferencia con las notas antes mencionadas (La remolacha, Natación, etc) es que estas Notas al Margen tratan acerca de temas ligados a lo literario: la composición, pequeñas críticas, comentarios de otros libros, etc. Y encontramos, completa también, esa saga crítica y despiadada llamada La gente de letras de la ciudad de New York: más de 100 páginas de críticas feroces y no tanto a más de 30 escritores de la época, muchos de los cuales pasarían al total (y justificado) olvido de no ser por haber sido mencionados por Poe. Es que, salvo excepciones, podemos ver como Poe no se equivocaba cuando valoraba a sus contemporáneos, erigiéndose así como uno de los puntales de la crítica literaria de Norteamérica, y también ganándose el encono de gran parte del mundillo literario.
En el tomo llamado Ensayos se destaca esa obra que Paul Valéry llamó “El primer poema cosmogónico”, Eureka. Al referirse a este ensayo, Poe dijo: “He escogido un tema amplio, el Universo”. Ni más ni menos. Tomado en su momento como el devaneo de una mente enferma, Eureka anticipó, sin la terminología científica adecuada, pero en forma poética, lo que décadas más tarde sería llamada “la teoría del Big Bang”. Además de Eureka, también se destacan los ensayos El pago a los autores americanos y Algunos secretos sobre la prisión de las revistas, irreverentes, cáusticos y sobre todo, tristemente actuales. En El principio poético podemos encontrar uno de los párrafos más simples y a la vez bellos sobre la poesía: “Nos hemos metido en la cabeza la idea de que escribir un poema simplemente por el poema mismo, y reconocer que ése ha sido nuestro propósito, equivaldría a admitir nuestra total carencia de la auténtica fuerza y dignidad poéticas. Pero la simple realidad es que , si nos permitiéramos bucear en nuestras almas, descubriríamos de inmediato que no existe ni puede existir bajo el sol ninguna obra más cabalmente digna, más supremamente noble que este mismo poema, este poema per se, este poema que es un poema y nada más que un poema, escrito solamente por el poema mismo.” En este ensayo, Poe deja en claro su postura: el artista debe preocuparse por la verdad únicamente en el sentido artístico, como subproducto de la belleza, y no en el sentido científico; por tanto, la enseñanza y la prédica no son del dominio del arte. Por último, también vale destacar su Método de composición, que no por archiconocido deja de ser sorprendente y esclarecedor, más allá de que se crea en cómo él dice haber concebido su poema El Cuervo o no.
Crítica literaria (tomo 1 y tomo 2) nos da la justa medida de Poe como crítico literario. Allí nos podemos encontrar con algunas críticas sobresalientes y de las cuales siempre hay algo para aprovechar: las críticas a Nathaniel Hawthorne, Samuel Taylor Coleridge, Fenimoore Cooper, Daniel Defoe, Charles Dickens, Washington Irving, Longfellow, Eurípides, John Milton, entre las mejores. Y también están las críticas a autores contemporáneos a él que no perduraron y de quienes no hay material de lectura hoy en día. En estos casos, sin tener las obras, solamente debemos apreciar el juicio de Poe, sus posiciones, y olvidarnos del libro en sí. Poe a veces es un hombre capaz de dejarse llevar por cuestiones personales y enconos que poco tienen que ver con su a veces exuberante lucidez , pero también demuestra en más de una ocasión ser un crítico sagaz e inteligente (como se muestra en la crítica a Twice Told Tales de Nathaniel Hawthorne, donde además de dar en el punto exacto en la alta estima que tiene con algunos de esos cuentos, también define en forma clara y concisa su teoría del cuento, teoría que delineó el cuento moderno)
Poesías completas es el tomo más delgado de todos, y, paradójicamente, el que Poe más hubiera estimado. Sabido es que la primer intención de Poe (y tal vez la única) fue la de ser poeta. Se dedicó a escribir cuentos atraído por los concursos literarios y por las revistas, pero siempre tuvo a la poesía como el punto más alto de la literatura. “Para mí, la poesía no ha sido un fin propuesto, sino una pasión; y las pasiones merecen reverencia: no deben, no pueden ser suscitadas en vista de las mezquinas compensaciones de la humanidad o de sus elogios, aún más mezquinos.” Esta cita se encuentra en la contratapa del tomo, y no pudo haber sido más adecuada la elección. Poesías como Un sueño dentro de un sueño, Silencio, A Helena, El palacio encantado, El gusano vencedor, El cuervo, Anabel Lee son las gemas más relucientes de este tomo.
El tomo Cuentos de humor y sátira no contiene los mejores relatos de Poe, su incursión por el humor fue muy despareja, con más altibajos que aciertos, pero son cuentos difíciles de conseguir y nos sirven para conocer todo el espectro cuentístico de este maestro del cuento. Se destacan: Sin aliento, cuento que dio lugar a uno de los más complejos análisis literarios valiéndose de la psicología, por Marie Bonaparte, discípula de Freud; El hombre que se gastó, un cuento grotesco, que a la vez funciona como una burla a una sociedad que se entregaba al “progreso” y a los avances científicos y se olvidaba del hombre; Tres domingos en una semana, de donde Julio Verne sacó la idea central para escribir su Vuelta al mundo en ochenta días; El diablo en el campanario, un extraño relato, a veces siniestro, que no deja de ser una sátira, Conversación con una momia, donde Poe deja ver un costado político reaccionario, Los anteojos, un cuento cuyo argumento y anécdota son tan precarios que cuesta creer que fue escrito por Poe, y a la vez es ese exceso de mal gusto lo que lo hace grotesco y sí, finalmente divertido; Nunca apuestes tu cabeza al diablo, relato que Poe originalmente subtituló “Cuento con moraleja” y fue concebido como una ironía hacia aquellos que en su momento lo criticaron por los climas sombríos y los temas siniestros de sus relatos y por no escribir nada “edificante”.
Aventuras de Arthur Gordon Pym, que ocupa un tomo, fue la obra más extensa de Poe, en la cual Borges vio un anticipo de lo que años más tarde sería Moby Dick. Novela de aventuras marítimas (naufragio y canibalismo incluidos) resulta ser, en sus páginas finales, un viaje alucinatorio, en un mundo inexistente y blanco hasta la locura, que roza la ciencia ficción. Algunos consideran que Poe nunca terminó de escribirla, por eso el final interrumpido abruptamente. Otros encuentran en ese último párrafo un climax final y la mejor manera de terminar con una aventura que no aceptaba otro cierre más que el misterio y lo inexplicable.
Finalmente están los Cuentos de horror y misterio reunidos en un único tomo. Estos relatos son los más famosos de Poe, y puede resultar redundante hablar de ellos, porque ¿Qué más se puede decir o agregar acerca de cuentos como El crimen de la Calle Morgue, William Wilson, Berenice, El gato negro, El corazón delator, La máscara de la Muerte Roja, ? Han sido tan estudiados y comentados que todo parecer sobrar, molestar. Tal vez sí sea válido destacar algunos cuentos por todo lo contrario: Tú eres el hombre es el eslabón perdido de los cuentos policiales de Poe. No se lo suele tener en cuenta ni se suele citar en el grupo de El crimen de la Calle Morgue, La carta robada y El misterio de Marie Roget, y tiene méritos para estar allí: en Tú eres el hombre Poe abre otra puerta al cuento policial, haciendo que el villano del cuento no sea ni un malviviente ni un caballero amoral, sino el amigo de la víctima: alegre, franco y aparentemente horrorizado por lo sucedido. Hop Frog, el último cuento que escribió Poe, intenso y perfectamente cerrado, de esos cuentos que no se suelen ver. La conversación de Eiros y Charmion, un cuento de horror con formato de fábula.
El total de estos tomos nos da como resultado una obra rica en su variedad, una obra que de a momentos desconcierta por lo disímil y a veces por como recurre a las mismas temáticas y obsesiones. La obra de un autor cuyo aporte fue fundamental para delinear lo que sería la literatura del siglo XX.
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