EL AFRICANO (J.M.G. Le Clézio) por Enrique Solinas

EL AFRICANO (Adriana Hidalgo editora)
de J.M.G. Le Clézio
por Enrique Solinas

Pensar El africano como una nouvelle en donde su autor se limita a recordar un hecho del pasado, ficcionalizarlo y transmitirlo de esa manera bella que sólo Le Clézio puede lograr, sería limitar su lectura e ignorar otros aspectos que se nos presentan de manera clara y contundente. Porque quien lee a J.M.G. Le Clézio sabe que está ante un autor con una posición política tomada y que no hay casualidad en su escritura, sino causalidad. Entonces, la propuesta de este texto hace un trabajo inverso al resultado ofrecido: partiendo de un hecho totalmente personal, concibe ficción pura, estremecedora y emocionante.

La eterna discusión (presente cada vez más en las últimas producciones) que se puede exponer en una sola pregunta y que nadie supo hasta ahora darle una respuesta satisfactoria es: ¿Autobiografía o autorreferencialidad? Las tendencias y los círculos académicos rechazan la ruptura o irrupción del autor que avanza sobre el narrador de la historia, apoyando la desintegración del yo en pos de la ficción por la salud de la ficción misma. Y, por lo tanto, como una forma de ir contra la corriente y de manera acostumbrada, Le Clézio nos ofrece El africano. Aquí nos relatará parte de su infancia, cuando a la edad de ocho años vivió en Nigeria, junto a su familia. El padre era un médico que trabajaba para el gobierno inglés y sus colonias. El hecho y los sucesos más importantes que suceden a lo largo de la narración son literalmente autobiográficos, sumando además fotografías tomadas por su padre en Nigeria y que acompañan al texto. Si bien hasta aquí parece autobiografía, en realidad se trata de autorreferncialidad, ya que parte de este dato concreto de su vida personal y lo ficcionaliza, gracias a un punto de vista totalmente subjetivo y reflexivo. Esta es la poética de Le Clézio: hacer de su vida personal literatura. Entonces, ¿de qué trata esta historia? En un primer nivel, el narrador-autor nos contará sobre su experiencia africana de la infancia para hablarnos de sus padres. En un segundo nivel, comprenderemos que más le interesa contarnos la vida y la historia de su progenitor, para finalmente entender que El africano es una manera de comprender a su padre y los hechos de su historia personal. Indagando en su vida, se podrá interpretar con mayor acierto esta relación cercana por parentesco, pero lejana debido a la separación de la familia por la segunda guerra mundial y también porque la comunicación entre ambos, a lo largo del tiempo, se fue desconectando hasta tal punto de definir el autor a su padre como a un “desconocido”.

En la obra de Le Clézio, la naturaleza tiene una importancia fundamental y aquí aparece nuevamente, pero acompaña y se entrelaza con la historia autorreferencial. La vegetación se presenta exuberante, hay conciencia del cuerpo, de las diferencias y semejanzas, y se relata el comportamiento de éste ante el paisaje africano y familiar. Pero aquí lo importante es la figura del padre, su desconocimiento y el análisis subjetivo de la realidad que rodea e invade los sentidos.

Escribir desde el recuerdo, reescribir al padre desde la memoria que todo lo torsiona y acomoda al momento en que el olvido es recobrado. El africano es un libro bello, bueno, verdadero, en donde Le Clézio explora la memoria, nos habla de su padre para reconciliarse con él y convierte esta historia tan personal en literatura pura, porque la vida es una eterna narración.

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