Antología
Eterna Cadencia, 2009
por Ariel Gamarra
Una antología más... y van... Pero aguarden, no se trata de una red de amigos argentinos en este caso. ¿No? ¿No son de esas antologías donde es un favor por otro y el antologador de otro libro aparece cómo autor invitado en este, cuyo antologador a su vez fue invitado a escribir en la otra antología, y ambos comparten un mismo lugar de trabajo? No. ¿No es otra antología de "publico a los autores de mi sello y un par más"? No. ¿No es una de estas antologías "temáticas" (ja-ja) dónde los autores tienen x cantidad de páginas y un menú de temas para elegir, dónde la literatura es una excusa, lo importante es rellenar un volúmen con cierta cantidad de hojas y cuentos y luego hacer notas en los suplementos? No.
El futuro no es nuestro es un proyecto más relacionado a la literatura que a otras distracciones y vicios a los que nos tienen acostumbrados las antologías ultimamente. Son narradores Latinoamericanos que publican un cuento. No hay temas, no hay camarillas (al menos no lo son groseramente evidentes como en otros casos), y cuando se lee el libro podemos hablar de un buen nivel (algo que se extraña en antologíaz vernáculas) , donde no parece haber habido "menús temáticos" ni cantidades de páginas impuestas. Los temas son variados: hay cuentos que tocan lo social (Los curiosos, Una historia cualquiera, Lima, Perú, 28 de Julio de 1979, Un desierto lleno de agua), el erotismo (Sun-Woo, Camas gemelas, Hojas de afeitar) , el incesto (Árbol genealógico), lo fantástico (En la estepa) y otros difíciles de clasificar como Espinazo de pez, Sopa de pollo, Variación sobre temas de Murakami y Tsao Hsueh-Kin, Hipotéticamente, Boxeador, Huracán y Amor que a otro puerto perteneces.
Una caracterísitca de esta antología es el hecho de que se leen diferentes registros de castellano, y no son tan cerrados como para no entenderse pero tampoco tan neutros como para que pierdan su color local. Producen extrañeza algunos giros, pero son las reglas del juego en una antología Latinoamericana y la verdad, entre tanta literatura blogger y de baja calidad que nos están haciendo consumir nuestros "jóvenes autores", es refrescante leer cuentos bien escritos, más allá de los gustos del lector.
Una vez advertido, potencial lector, de que esta antología no es una más del montón, queda en usted conseguirla (comprarla, robarla, pedirla prestada) para leerla y juzgar. El balance, con toda seguridad, será positivo.
1 comentario:
Ariel, usted tiene razón. Las antologías Argentinas nos han acostumbrado a eso que usted bien describe...
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