FANTASMAS, (de Daniel Link), CECA- por Leonardo Vascal

FANTASMAS
de Daniel Link
Eterna Cadencia, 2009

CECA- por Leonardo Vascal

Al leer la contratapa de Fantasmas, el nuevo libro de ¿ensayos? ¿recopilación de artículos? de Daniel Link, nos encontramos con dos ideas: “Daniel Link se ocupa en estos textos de (…): la imaginación.” Y la otra “Una audaz teoría de la imaginación que señala a su autor como uno de los pensadores más importantes de la ensayística latinoamericana.” Intentaremos, entonces, pensar este libro teniendo en cuenta estas dos ideas.

“Método” es la primera parte del libro, y es la más técnica de todas. De a momentos, parece ser un libro “para entendidos”: Citas constantes a filósofos y lingüistas, sesudas reflexiones que, como buen académico, son respaldadas con llamadas al pie, y otros ejercicios del intelecto. ¿Encontramos en esta sección del libro a ese “pensador más importante de la ensayística Latinoamericana”? No parece ser el caso.

“Figuras”, la segunda sección del libro, es mucho más interesante que la anterior. Aquí desfilan nombres ilustres de la literatura y no tantos. Vale destacar el artículo acerca de Saint Exupery y su famoso libro El Principito; el interesante artículo sobre el clan Mann, especialmente por los datos, no tanto por las reflexiones un poco traídas de los pelos de Link; en definitiva, Figuras es más disfrutable que Método.

Algo similar ocurre con “Nuevo Mundo”, la última parte del libro. Es admirable la forma en que ciertos círculos culturales operan para dar un lugar de importancia a artistas que no la merecen. No es algo nuevo esto, y ni siquiera se podría decir que está mal hacerlo. Pero no deja de ser llamativo que se ponga tanta atención en la obra de Copi, Osvaldo Lamborghini y César Aira, por nombrar a tres autores fetiches de Link. Es tan desparejo lo que se escribe sobre estos personajes con lo que se aprecia cuando alguien enfrenta su obra, que el lector que cayó en la trampa no pude dejar de sentirse engañado. Lo mismo sucede con ciertas aseveraciones, como por ejemplo la que hace en la página 306: “En Buenos Aires se suele considerar a (Mario) Bellatín como un habitante de la ciudad que se ha ausentado por un tiempo” No creo que nadie más que Daniel Link pueda considerar a Mario Bellatín como un habitante de Buenos Aires. ¿Por qué asevera eso? ¿Qué operación o interés existe detrás de esta intención de implantar una idea?

Fantasmas es, en definitiva, un libro para posicionarse en un lugar determinado en el raquítico mundillo cultural argentino. Y esto no debe tomarse a mal, ya que en definitiva, de eso se trata la crítica.