DIARIO DE ALFONSINA (de Jorge Cabrera), por Pablo Vinci

DIARIO DE ALFONSINA
de Jorge Cabrera
Botella del Mar, 2009
por Pablo Vinci


Un diario contiene entre otras cosas y en muchos sentidos las anotaciones de aquello que angustia o inquieta, y representa un trabajo de introspección. En este sentido hay un punto de unión con la poesía pensada como instrumento para observarnos a nosotros mismos. Parece ser una buena conjunción para reflejar lo humano en tanto proceso, no como algo acabado sino como algo que se “está haciendo” y algo que “está por hacerse”.

En Diario de Alfonsina de Jorge Cabrera, que nos presenta Botella al mar, es posible percibir en un tono intimista y nostálgico la voz interior imaginaria de Alfonsina Storni, las sutiles reflexiones y sensaciones motivadas por su vida, sus relaciones, sus incertidumbres y dolores. Este diario-poema está ordenado en dos secciones no cronológicas, que van aportando con lentitud elementos que posibilitan la reconstrucción del significado, a través del diálogo con ese ser que se va delineando.

La primera parte comienza en las jornadas anteriores a la muerte de Alfonsina, aquí Cabrera va recorriendo día tras día las impresiones dejadas por la memoria, el recuerdo, la lejanía, el dolor y los miedos a través del despliegue de imágenes que evocan la angustia, la desazón y el desmoronamiento.

En la segunda parte Cabrera va adentrándose en el desasosiego de la autora de Tú me quieres blanca, al reconstruir una problemática relación amorosa. Es aquí donde nos acercamos a otras de sus facetas: la soledad, la indecisión, lo no hecho, los reproches.

El carácter evocativo de estos versos parece representar una buena excusa para sumergirse nuevamente en la lectura de Alfonsina. Juan Gelman ha dicho que la poesía “acepta el espesor de la tragedia humana, pero no obedece al principio de realidad sino al orden del deseo”, y esto es lo que Cabrera va delineando en estos pocos pero sugerentes versos cargados de sensibilidad.

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