LA GAVIOTA
de Sándor Márai
por Luis Falcone
Salamandra, 2011
La gaviota trata sobre un alto funcionario ministerial, culto y solitario, que acaba de firmar una orden, cuyo contenido desconocemos, pero sí sabemos tendrá consecuencias para millones de personas. Ese mismo día, conoce a una hermosa joven que acude a él para solicitar un empleo y que guarda un parecido asombroso con otra mujer de la que estuvo enamorado y con quien vivió una historia de desamor. Aquí tenemos el primer motor de la lectura: El revisionismo de las causas del desafortunado desenlace de aquella relación. El libro tiene otras rutas de lectura, como suele suceder con las novelas de Marai: el nuevo idilio, con sus repercusiones y sus consecuencias; y el contenido del misterioso informe que el funcionario firmó al principio de la novela.
Esta sería, a grandes trazos, la trama. Sin embargo Márai, escritor con una profundidad extraordinaria, nos muestra un diálogo lleno de reflexiones sobre la vejez y los sueños; sobre la fe que la realidad atropella cotidianamente. Un discurso crítico de la burguesía europea de los años de la guerra que en muchos momentos conecta con el presente, y que penetra bajo la epidermis de la historia para trasladar con precisión la incertidumbre que en aquellos días se vivía en Budapest (el régimen húngaro se había alineado con la Alemania nazi, aunque el país aún no había padecido mucho). La gaviota, como otras tantas obras del autor, es una profunda reflexión sobre la condición humana y el poder, que puede convertir a la población en masa y a la persona en número.
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