de Walter Benamin
Eterna Cadencia , 2012
por Leonardo Vascal
EL París de Baudelaire de Walter Benjamin es, para los amantes de
Baudelaire o de Benjamin o de ambos, una de las mejores noticias editoriales
del año. En este libro se recopila en forma completa y cuidadísima todas las
reflexiones de Walter Benjamin acerca de Charles Baudelaire. (Sabido es que Benjamin
muere sin poder concluir su proyecto de escribir un libro sobre el poeta
francés.) Son fragmentos y ensayos divididos en París, capital del siglo XIX, EL
París del segundo Imperio en Baudelaire, Sobre algunos temas en Baudelaire y Zentralpark.
En
estos escritos (a veces fragmentarios, a veces tomados de notas que dejó
Benjamin antes suicidarse) se pueden ver varios abordajes a Baudelaire, París
y, sobre todo, a su mirada sobre la relación entre la poesía y el capitalismo,
y en esa mirada entra Baudelaire, ¿primer? Poeta/filósofo del capitalismo,
monstruo terrible que ya se insinuaba en esa época.
Se
puede decir que todo el material reunido y cuidadosamente traducido es un paseo
por un París que vivía una época de transición hacia la Modernidad, y por lo
tanto hacia una nueva etapa cultural y artística. En ese contexto, Charles
Baudelaire, con su figura oscura y maldita, flanneur rebosante de melancolía y
pesimismo, viene a ser la representación perfecta que toma Benajamin para
elaborar su teoría.
Hablando de los pasajes y del famoso e incompleto
Libro de los pasajes, Benjamin dice que
la función de los pasajes, además del hacer compras en climas adversos (lluvia,
canícula o nieve) era crear espacios de flirteo para los jóvenes adultos y
exhibirse en las modas de la época; aparece aquí el dandy como
seductor y cultivador de su imagen, de su vestimenta y de su discurso. Los
textos de Benjamin “La mercancía como objeto poético” y sus notas y fragmentos
titulados Zentralpark (vaga referencia al Parque
Central de Nueva York), muestran su interés por la ciudad del siglo XIX como
el escenario de la vida galante y del vagabundeo de personajes adinerados o no,
en busca de aventuras en el anonimato y la sencillez. Práctica calificada por
Baudelaire como spleen: una ardua elaboración en contra
del pesimismo. Baudelaire es entonces, también, el personaje principal de Zentralpark. Y para muchos, el personaje
principal de la obra de Walter Benjamin.
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