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Serpientes
A-¿Cuándo escribís? ¿Tenés algo así como una “rutina”?
No, para nada. No me imagino forzando la situación... ¿Cuándo escribo? Cuando no tengo tiempo. O sea, las chances de escritura aumentan cuando más acorralado me siento. Por eso, si el ocio está de mi lado, es raro que prenda la PC. No recuerdo haber escrito en vacaciones, por ejemplo. Funciono de esa manera y no tengo una teoría sobre la razón o el origen de ese síntoma, evidentemente histérico.
B- ¿Le dedicás todo el tiempo que te gustaría a escribir?
Suele estar latente la fantasía de encerrarse a escribir en una torre de marfil o de chapa, ¿no?, pero como decía acá arriba: creo que si contara con algo más de tiempo a mi favor, me dedicaría a otros menesteres.
C- ¿Sobre qué tema pensás que no vas a escribir nunca? ¿Por qué?
Buena pregunta… Para empezar: una máxima… no escribiría sobre situaciones, planetas o temáticas que desconozca. Esto incluye, por ejemplo: física cuántica, alpinismo o básquet, entre miles de temas más. Tampoco me imagino esforzándome en recabar datos para un proyecto de escritura.
D-¿Últimos tres libros que hayas leído y te hubiera gustado escribir a vos?
No sé si la sensación es la de apropiarme de un texto generado por otro, pero sí puedo asegurar que Glaxo, de Hernán Ronsino (Eterna Cadencia); De dama a zorro, Un hombre en el zoológico y El regreso del marinero, tres relatos de David Garnett (editado en la Colección Borges) y Neo, de Julián Axat (El Surí Porfiado), me han provocado algo. En este último caso, se trata de un libro de poesía, un género muy extraño a mí, en la lectura y ni hablar en la escritura (¡siquiera lo visité en la adolescencia!), pero me conmueve la visceralidad con la que escribe Axat.
E-¿Estás escribiendo algo nuevo ahora? ¿Qué?
Sí. Se trata de un individuo que no tiene certezas sobre cómo llenar el tiempo vacío… entonces programa algo así como un Master Plan de Cagadas, lo cual le genera una serie de incertidumbres y peripecias.
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