ESTHER CROSS
a) ¿Cuál es tu opinión sobre la autoedición
o "edición de autor"? ¿Te autoeditaste alguna vez?
La primera vez que oí a un escritor hablar
de autoedición fue cuando Borges fue al taller de Grillo della Paolera y contó que su primer libro fue una edición de autor,
de pocos ejemplares, que repartió entre amigos. Lo contó con naturalidad, como
un momento de un largo camino, y así me
quedó grabado. Esta es mi opinión.
No autoedité ninguno de mis libros. Pero
edité durante un tiempo una revista con amigos, donde además de publicar
escritores que queríamos leer,
publicábamos nuestros cuentos o poesías mientras nos poníamos a prueba
mandando textos a concursos. Era una forma de autoedición por entregas.
b) Cuando llega a tus manos un libro que es una edición de autor, ¿lo abordás con algún prejuicio? ¿Nos podés dar algún ejemplo de algún libro autoeditado que recomiendes?
No lo abordo con prejuicios ni con
contemplaciones.
Puedo recomendar Al faro, de Virginia Woolf, publicado por la Hogarth Press, su propia editorial. Recomiendo ese libro porque a veces la autoedición es una manera de plantarse ante una situación negativa. Para abreviar, cito a la British Library, que entre las razones por las que Virginia Woolf y su marido fundaron la Hogarth Press destaca dos. Por un lado, “querían publicar breves libros de mérito que sin embargo no tenían valor comercial” y por el otro, “Virginia era hipersensible a la crítica y el proceso de someter una obra a la consideración de la editorial para que la aprobaran la aterraba. Tener su propia editorial les daba libertad para publicar lo que querían”.
c) Fuera de las diferencias que suelen haber en tirada, distribución y prensa, ¿nos darías tu punto de vista de por qué se considera "más seria" una edición en la que el autor no paga por ser editado? ¿Es tan importante la figura del editor?
Alguien escribe un libro y decide
publicarlo. Cuando el lector ve que lo publican, imagina que a ese libro lo
leyeron y valoraron una serie de personas dedicadas, especialmente el editor. En
el mejor de los casos, lo toma como una especie de recomendación de alguien que
ya viene siguiendo hace tiempo como detector de buenos libros en la marea
inmensa de libros que se escriben. Después
se verá si esa recomendación era acertada o no.
Creo que lo pasa es eso.
La figura del editor es importante,
sí. Y con razón. Hay colecciones y
catálogos que se sostienen durante años gracias a un editor, que es un gran lector, haciendo malabares
y un trabajo sutil y atento, a veces con muchas dificultades. Algunos editores
son una garantía. Cuando pienso en la figura del editor, pienso en ellos. En
las editoriales que publican ediciones de autor, o en algunas al menos, la figura del editor también termina siendo
importante después de unos años.
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