a) ¿Cuál es tu opinión sobre la autoedición o "edición de autor"? ¿Te autoeditaste alguna vez?
En principio me gustaría diferenciar entre la tarea que hace un editor o editora (proponer mejoras de un texto antes de su publicación) del término "editar" como sinónimo de financiar y poner un libro en el mercado. Supongo que “autoedición” se refiere a que el libro haya sido publicado (costeado económicamente) por el autor o autora. Ahí también habría que diferenciar entre pagarle a una editorial para salir con su sello, y una edición más artesanal en la que el autor o autora directamente le encarga los ejemplares a una imprenta. Hay una tercera posibilidad de entender lo de la “autoedición” como los casos de miembros de editoriales chicas o independientes que incluyen libros de su autoría en su propio catálogo.
De lo que estoy segura es que la “autoedición” estrictamente no existe: seguro siempre alguien aportó con la mirada y la lectura antes de que un libro saliera a la cancha. Me parece que la mirada de otro u otra, incluso aunque no esté haciendo un trabajo "profesional" de editor es fundamental antes de sacar un libro.
En mi caso, nunca publiqué un libro por las mías. Y siempre tuve la generosa mirada de un editor o editora que enriqueció tanto mis novelas como mis libros de cuentos. Incluso ahora que van a volver a salir las cuatro novelas de la saga de Mariana y Christian (Neoprene, Mochila, Bondi y Fioruchi) Florencia Di Paolo, la editora de Ediciones Tutuca las está releyendo para ayudarme a tomar algunas decisiones como: ¿respetamos las marcas de época, los precios de la década del 90 que se mencionan en el caso de Neoprene, por ejemplo, o buscamos una manera de nombrar al dinero que resulte más universal?
b) Cuando llega a tus manos un libro que es una edición de autor, ¿lo abordás con algún prejuicio? ¿Nos podés dar algún ejemplo de algún libro autoeditado que recomiendes?
No tengo ningún prejuicio, es más, me pasa a la inversa: si la editorial es muy comercial lo abro con más desconfianza. Hay que desmarcarse del campo y de las modas, aunque claro que no es fácil. Pero, sin ir más lejos, por ejemplo tenés el caso de Hebe Uhart que durante años publicó a través de ediciones de autor. Y eran unas joyas totales. También está todo el tema de los libros de poesía a los que les cuenta aún más que a los de cuentos o novela conseguir editorial que los publique. No hay que olvidarse que Borges pagó la primera edición de 300 ejemplares de Fervor de Buenos Aires en 1923. Y viniendo mucho más acá, La enfermedad de las niñas de Celeste Dieguez, por ejemplo, un libro hermoso, tengo entendido que salió por primera vez en una edición artesanal y después fue reeditado por una editorial. O El cuadrado en la pluma de Lucas Rozenmacher, que también es genial, salió por una edición de autor. Creo que este autor ahora está por sacar, también por las suyas, En tránsito, un libro que mixtura poemas, dibujos y poesía expandida en música y lecturas. Pero siempre hay una mirada de otras y otros que suman y colaboran en la edición.
c) Fuera de las diferencias que suelen haber en tirada, distribución y prensa, ¿nos darías tu punto de vista de por qué se considera "más seria" una edición en la que el autor no paga por ser editado? ¿Es tan importante la figura del editor?
Hay algo de esperar y recibir la supuesta legitimación que implica que te publique una editorial grande o prestigiosa. Es una manera de organizar y jerarquizar el campo literario, ojalá tuviéramos otra para no perdernos la obra de grandes escritorxs que quizás pasan desapercibidos por no haber recibido ese toque de la varita mágica que en algunos casos tiene más que ver con relaciones sociales que con cuestiones de calidad literaria. Por otra parte, la figura de un editor (entendido como alguien que lea el libro y sugiera mejoras, más allá de las cuestiones económicas y de títulos profesionales) me parece imprescindible en el camino de la publicación.
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