DIARIO DE INVIERNO (de Paul Auster), por Leonardo Vascal

DIARIO DE INVIERNO
de Paul Auster
Anagrama, 2012
por Leonardo Vascal

Frente a su cumpleaños sesenta y cuatro y el invierno, Paul Auster decide escribir un diario mientras se ve a sí mismo el envejecimiento de maneras que nunca imaginó. Convincente escrito, y estructurado con una lógica onírica y urgente, los fragmentos autobiográficos y meditaciones de Diario de invierno producen un extraordinario mosaico de su propia vida. Entrelazando historias vívidamente detalladas, Auster logra que cada pequeño incidente brille como en un conjunto. Además, hay dos momentos recurrentes: una de terror físico, por ejemplo su ataque de pánico después de la muerte de su madre en 2002, y el otro acerca de la alegría, su experiencia de observación de una pieza de danza en 1978, lo que le libera del bloqueo de escritor justo antes de la muerte de su padre. Fue la muerte de su padre, que comenzó su primera memoria igual de poco convencional que esta y fue celebrada a nivel internacional, La invención de la soledad, publicado hace treinta años. Ahora, Auster ha incluido un retrato inolvidable de su madre. Por el contrario que en La invención de la soledad, Diario de invierno se concentra en su madre, incluyendo su lucha como madre soltera después del divorcio, el amor de corta duración que encontró al final de la vida, y otros detalles que se vuelven interesantes y plenos de significación bajo la pluma de Auster.

Estas memorias también incluyen una serie aleatoria de los recuerdos de la propia vida de Auster captadas desde el punto de vista de su vida ahora, incluida la participación en las manifestaciones anti-Vietnam en la Universidad de Columbia; el recuerdo traumático de casi matar a su segunda esposa, Siri Hustvedt, y a su niño en un accidente de coche, así como también los recuerdos dolorosos de cómo fue cayendo dentro y fuera del amor con su primera esposa, la escritora Lydia Davis.

En escencia, no se puede decir que se está ante una biografía propiamente dicha, Auster nos cuenta retazos de lo que ha sido su vida, momentos, dirigiéndose en segunda persona al lector, increpándole, llamándole para que de ese modo recuerde junto a él su propia vida.Diario de invierno podría definirse como un libro sensorial y emocional, en el que el autor apela a las experiencias que al final son iguales en todo ser humano: la infancia, el paso a la adolescencia y juventud, el primer amor, la primera gran decepción, sus matrimonios, hijos, el paso a la edad adulta, el camino a la tercera edad, sueños conseguidos, otros rotos por el camino.

Diario de invierno es una meditación en movimiento, acerca del tiempo, del cuerpo, del peso de la memoria, un matrimonio largo y satisfactorio, y el lenguaje por sí mismo de uno de los escritores más interesantes y elegantes escribiendo hoy en día.

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