ENTREVISTA A JORGE NEDICH
Por Augusto Munaro y J.J.Burzi
Debido a su origen gitano, Jorge Nedich llegó a las letras a través de un camino insólito. Autodidacta, su vocación literaria parece ser una revancha de los siglos ante el analfabetismo ancestral que venía circulando en su sangre desde tiempos tribales. Fue finalista del Premio Planeta por Leyenda Gitana (1999), y más tarde con El aliento negro de los romaníes (2004). En la actualidad, aparte de publicar numerosos libros y artículos periodísticos, es profesor en la Carrera de Letras, Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (Bs. As.); siendo el primer escritor y docente Rom argentino.
LAT- ¿Cómo fué tu infancia y adolescencia?
J.N- Durante mi infancia viví en carpa, éramos seminómadas y muy pobres, a favor tuve mucho cariño de parte de mis padres y recibí como herencia el tesón que mi madre ponía en cambiar el estado de las cosas. Ingresé a la escuela primaria en varias oportunidades y en todas dejaba a los pocos días, el motivo, nos íbamos a nomadear, o bien salía a vender baratijas o directamente nos olvidábamos porque el nomadismo no contempla una sistematización, entonces yo agarraba la calle y a media mañana me acordaba pero ya no había nada que hacer. En mi adolescencia sufrí bastante la discriminación de ambos lados, padecía las dificultades que implica querer acercarse a alguien y no ser bien recibido y en mi casa no eran muy bien mirados mis amigos no gitanos, tanto en un lado como en el otro había que dar exámen de ingreso.
LAT-¿Cómo y cuándo aprendiste a leer y escribir?
Aprendí a leer alrededor de los 7 u 8 años y a escribir cerca de los quince, cuando comencé a escribir poesía, miraba la tipografía de los libros y escribía.
LAT-¿Cuánto te condicionó su origen étnico con respecto a tu educación?
J.N- La educación la recibí en mi carpa, de boca de mis padres, y gran parte de mi formación se la debo a los autores que he leído y leo todavía. Yo ingresé a la carrera de letras a los 39 años y recién allí recibí una formación académica, hoy el sistema educativo argentino está en franca mejoría pero no educa, imparte instrucción formal con notorias deficiencias. Cualquier otredad sufre en este sistema. Es que el sistema no está preparado para formar de manera generalizada, menos aún lo está para las formas particularizadas.
LAT- ¿Qué temas abordaron tus primeros escritos?, ¿es cierto que entonces eras admirador de la literatura gauchesca?
J.N- Lo primero que escribí fueron poemas, muy malos todos los que escribí hasta los treinta. Mis poemas siempre tenían una ganga de la cual daba cuenta y así que un día decidí contar esa anécdota y allí encontré una gran comodidad. Comencé a escribir sobre gitanos y sobre gauchos, ya que en realidad no son muy diferentes, aunque esta comparación ofenda al gaucho.
LAT- Declaraste que en las lenguas gitanas, fueron desterradas las palabras: “historia”, “pasado” y “futuro”. ¿Podrías explicar las razones de esta eliminación?
J.N- El nomadismo y la oralidad son las patas de un sistema que tiene su raíz antes de Cristo. Como no fechaban la historia por lo tanto no buscaban eternizarse. La historia comienza a fecharse de manera puntual después de Cristo y el concepto de historia y prevención social nace mucho después todavía. Por lo tanto nunca hubo eliminación de esas palabras, en todo caso, no hubo necesidad de inventarlas. En el nomadismo sus integrantes están de paso y actúan como se-res de paso, conciben la historia en términos breves, la memoria llega hasta el abuelo o bisa y no pasa de allí.
LAT- ¿Cómo construiste tu propia voz?
J.N- Construir mi propia voz narrativa no es fácil y es un proceso que nunca se detiene, por suerte, porque todo cuerpo que no se modifica se muere, creo además que he tomado y aprendido de muchos autores que me deslumbraron y me deslumbran todavía.
LAT- Tus novelas resaltan la importancia de la preservación de la identidad gitana y, a su vez, la búsqueda por su integración en la sociedad moderna. ¿Creés que es posible alcanzar ese equilibrio?
J.N- Si, es posible si se respetan las diferencias. De todos modos, esa integración va a tener sus conflictos. Debemos aceptar que los seres humanos vivimos en conflictos permanentes, miremos cualquier relación y ahí tendremos las respuesta.
LAT- ¿Sos conciente de que tu obra incita al diálogo y relación entre diferentes culturas?
J.N- La verdad es que deseo que se desee el intercambio, siempre pienso que la ignorancia y los límites del hombre viajan con el hombre, por eso es bueno encontrarse con un libro cada tanto, por ahí tenemos suerte y nos vemos aunque más no sea a través del libro.
LAT- ¿A través de sus obras siente que su pueblo se ve identificado con ellas?
J.N- No, todo pueblo que no esta acostumbrado a ser fotografiado, pintado o esculpido considera casi detractores a quienes lo hacen.
LAT- ¿Quiénes son los escritores que más frecuenta y admira y por qué?
J.N- Juan Carlos Onetti, por el trabajo de ambigüedad, por su poesía. Carver por su realismo sucio, por su crítica al sistema americano. Juan José Saer, por su inteligencia morosa y no tengo dudas que cuando el mundo descubra a Saer, se va a maravillar tanto como con Borges. Me gustan Fogwill, Belgrano Rawson, Yasunari Kawabata, los latinos, los griegos, son tantos….
LAT- En qué estás trabajando actualmente?
J.N- Estoy en vías de publicar El amor de los parias. Creo que es mi novela más ambiciosa y espero que sea también la más lograda. Es un texto autobiográfico, se trata entonces de un profesor universitario, gitano él, que lleva más de catorce años buscando a un hijo, que tuvo con una mujer que no pertenece al pueblo gitano. La novela aborda la infancia nómade, su posterior asentamiento, la antigua relación amorosa, la separación de la cual no se aclaran los motivos, el alejamiento de ambos, los aspectos culturales que intercedieron, la carrera de escritor del personaje masculino, el arrepentimiento y la búsqueda de ese hijo. A partir de ello surge una mirada hacia ambas culturas y a las posiciones insostenibles que todavía persisten.
Por Augusto Munaro y J.J.Burzi
Debido a su origen gitano, Jorge Nedich llegó a las letras a través de un camino insólito. Autodidacta, su vocación literaria parece ser una revancha de los siglos ante el analfabetismo ancestral que venía circulando en su sangre desde tiempos tribales. Fue finalista del Premio Planeta por Leyenda Gitana (1999), y más tarde con El aliento negro de los romaníes (2004). En la actualidad, aparte de publicar numerosos libros y artículos periodísticos, es profesor en la Carrera de Letras, Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (Bs. As.); siendo el primer escritor y docente Rom argentino.
LAT- ¿Cómo fué tu infancia y adolescencia?
J.N- Durante mi infancia viví en carpa, éramos seminómadas y muy pobres, a favor tuve mucho cariño de parte de mis padres y recibí como herencia el tesón que mi madre ponía en cambiar el estado de las cosas. Ingresé a la escuela primaria en varias oportunidades y en todas dejaba a los pocos días, el motivo, nos íbamos a nomadear, o bien salía a vender baratijas o directamente nos olvidábamos porque el nomadismo no contempla una sistematización, entonces yo agarraba la calle y a media mañana me acordaba pero ya no había nada que hacer. En mi adolescencia sufrí bastante la discriminación de ambos lados, padecía las dificultades que implica querer acercarse a alguien y no ser bien recibido y en mi casa no eran muy bien mirados mis amigos no gitanos, tanto en un lado como en el otro había que dar exámen de ingreso.
LAT-¿Cómo y cuándo aprendiste a leer y escribir?
Aprendí a leer alrededor de los 7 u 8 años y a escribir cerca de los quince, cuando comencé a escribir poesía, miraba la tipografía de los libros y escribía.
LAT-¿Cuánto te condicionó su origen étnico con respecto a tu educación?
J.N- La educación la recibí en mi carpa, de boca de mis padres, y gran parte de mi formación se la debo a los autores que he leído y leo todavía. Yo ingresé a la carrera de letras a los 39 años y recién allí recibí una formación académica, hoy el sistema educativo argentino está en franca mejoría pero no educa, imparte instrucción formal con notorias deficiencias. Cualquier otredad sufre en este sistema. Es que el sistema no está preparado para formar de manera generalizada, menos aún lo está para las formas particularizadas.
LAT- ¿Qué temas abordaron tus primeros escritos?, ¿es cierto que entonces eras admirador de la literatura gauchesca?
J.N- Lo primero que escribí fueron poemas, muy malos todos los que escribí hasta los treinta. Mis poemas siempre tenían una ganga de la cual daba cuenta y así que un día decidí contar esa anécdota y allí encontré una gran comodidad. Comencé a escribir sobre gitanos y sobre gauchos, ya que en realidad no son muy diferentes, aunque esta comparación ofenda al gaucho.
LAT- Declaraste que en las lenguas gitanas, fueron desterradas las palabras: “historia”, “pasado” y “futuro”. ¿Podrías explicar las razones de esta eliminación?
J.N- El nomadismo y la oralidad son las patas de un sistema que tiene su raíz antes de Cristo. Como no fechaban la historia por lo tanto no buscaban eternizarse. La historia comienza a fecharse de manera puntual después de Cristo y el concepto de historia y prevención social nace mucho después todavía. Por lo tanto nunca hubo eliminación de esas palabras, en todo caso, no hubo necesidad de inventarlas. En el nomadismo sus integrantes están de paso y actúan como se-res de paso, conciben la historia en términos breves, la memoria llega hasta el abuelo o bisa y no pasa de allí.
LAT- ¿Cómo construiste tu propia voz?
J.N- Construir mi propia voz narrativa no es fácil y es un proceso que nunca se detiene, por suerte, porque todo cuerpo que no se modifica se muere, creo además que he tomado y aprendido de muchos autores que me deslumbraron y me deslumbran todavía.
LAT- Tus novelas resaltan la importancia de la preservación de la identidad gitana y, a su vez, la búsqueda por su integración en la sociedad moderna. ¿Creés que es posible alcanzar ese equilibrio?
J.N- Si, es posible si se respetan las diferencias. De todos modos, esa integración va a tener sus conflictos. Debemos aceptar que los seres humanos vivimos en conflictos permanentes, miremos cualquier relación y ahí tendremos las respuesta.
LAT- ¿Sos conciente de que tu obra incita al diálogo y relación entre diferentes culturas?
J.N- La verdad es que deseo que se desee el intercambio, siempre pienso que la ignorancia y los límites del hombre viajan con el hombre, por eso es bueno encontrarse con un libro cada tanto, por ahí tenemos suerte y nos vemos aunque más no sea a través del libro.
LAT- ¿A través de sus obras siente que su pueblo se ve identificado con ellas?
J.N- No, todo pueblo que no esta acostumbrado a ser fotografiado, pintado o esculpido considera casi detractores a quienes lo hacen.
LAT- ¿Quiénes son los escritores que más frecuenta y admira y por qué?
J.N- Juan Carlos Onetti, por el trabajo de ambigüedad, por su poesía. Carver por su realismo sucio, por su crítica al sistema americano. Juan José Saer, por su inteligencia morosa y no tengo dudas que cuando el mundo descubra a Saer, se va a maravillar tanto como con Borges. Me gustan Fogwill, Belgrano Rawson, Yasunari Kawabata, los latinos, los griegos, son tantos….
LAT- En qué estás trabajando actualmente?
J.N- Estoy en vías de publicar El amor de los parias. Creo que es mi novela más ambiciosa y espero que sea también la más lograda. Es un texto autobiográfico, se trata entonces de un profesor universitario, gitano él, que lleva más de catorce años buscando a un hijo, que tuvo con una mujer que no pertenece al pueblo gitano. La novela aborda la infancia nómade, su posterior asentamiento, la antigua relación amorosa, la separación de la cual no se aclaran los motivos, el alejamiento de ambos, los aspectos culturales que intercedieron, la carrera de escritor del personaje masculino, el arrepentimiento y la búsqueda de ese hijo. A partir de ello surge una mirada hacia ambas culturas y a las posiciones insostenibles que todavía persisten.
1 comentario:
Sr.Nedich:
lo conocí por casualidad en una entrevista radial.
No he leido su obra aun, pero me encantaria leerla toda
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