de Hebe Uhart
Adriana Hidalgo, 2008
por Federico Rodriguez
Hay acontecimientos que merecen celebrarse. Es lo que sucede con el nuevo libro de Hebe Uhart. Una voz original y exótica en la literatura nacional. En Turistas, ese es el título de su libro de cuentos, Uhart nos presenta nueve cuentos que se pueden contar entre lo minimalista, lo costumbrista (a veces estos dos conceptos funcionan como sinónimos), el humor, y la pintura de una clase social media y baja. Pero vamos por partes.
En primer lugar tenemos Turistas y viajeros, desopilante relato de las vicisitudes que atraviesa un matrimonio de clase media con su hijo en un viaje a Italia. Por un lado tenemos la concepción de cultura de la mujer de ese matrimonio, que planifica el viaje a Italia pensando en que al fin el aprendizaje de italiano de su hijo iba a rendir frutos, y por otro la apatía de su marido, que parece no haber dejado nunca la Argentina. El tema de la otredad del turista también lo vemos reflejado en Stephan en Buenos Aires, tal vez el mejor cuento del libro, narrado en una primera persona (Stephan) defectuosa(“ella decir”, “no saber”, etc) que en manos menos hábiles no hubiera trascendido más allá de un chiste televisivo, pero en Hebe Uhart se convierte en un estudio al detalle del habal y del entendimiento de un turista alemán. Stephan hace constantes observaciones, anteponiendo su forma estructurada de ser y el “salvajismo” propio de un país subdesarrollado. Se espanta por el derroche de agua en las veredas, no entiende los códigos latinoamericanos, y sobre el final, dice de una chica con la que mantuvo relaciones: “ella…no desea ser fecundada”.
Luego sigue un relato también gracioso y,sobre todo , irónico: Revista literaria, donde se le puede marcar un defecto a una decisión de la autora: caer en lo fácil, justamente lo que hábilmente evitó en el cuento anterior, en este hace mofa y comentarios irónicos sobre un estudiante de primer año de la carrera de Letras. Pocas cosas más fáciles que encontrar motivos de burlas de los estudiantes de Letras (por lo menos de los que concurren a la UBA) Más allá de eso, el cuento es una radiografía de cómo nacen y mueren las revistas literarias en nuestro medio.
Reunión de consorcio al igual que El departamento de la costa, son dos relatos donde hay algunas observaciones ingeniosas, graciosas, algunos chistes, nada más. Bernardina es diferente y parecido a Stephen en Buenos Aires: aquí una chica del campo viene a Buenos Aires y se encuentra fuera de lugar, pero por el deslumbramiento que la ciudad misma y las costumbres le producen. Este cuento nos remite a otro anterior de la autora, Leonor, publicado en los ochenta.
Una mención especial para La excursión larga y Turismo urbano. En La excursión larga, en un momento la protagonista piensa que “(…)un turista no quiere perderse nada, mirá si después de pasar descubre que se perdió lo más lindo.” Y ahí puede resumirse el espíritu general del libro. No querer perderse nada, el temor a que lo mejor esté pasando y no nos demos cuenta. En Turismo urbano, el cuento más serio y decadente de todos, se puede rastrear el otro eje sobre el cual giran estos cuentos de Hebe Uhart (y muchas de sus obras anteriores): la desesperación propia de la falta de comunicación, el avasallador sentimiento de soledad que nos invade a todos en algún momento, ese punto en donde más vale reírse de uno mismo y de todos que dejarse llevar por la angustia de, simplemente, existir.
1 comentario:
La verdad excelente esta reseña; una pena no haya más de los demás libros de Uhart.
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