NI UNA PALABRAde Harlan Coben
RBA, 2010
por Federico Rodriguez
Ni una palabra, es el último y mejor libro de Harlan Coben. El tema principal de sus libros más recientes ha sido "thriller familiar". Ni una palabra no abandona aquel tema, sino que más bien lo amplía, avanzando un poco más. El resultado es un trabajo que es convincente y memorable, uno que el lector no olvidará en ningún momento.
Lo que Coben hace en forma experta es lograr que varias historias y argumentos fluyan por su lado hasta que luego, despacio y de manera creíble, confluyen unos con otros. El argumento principal es el de Mike y Tia Baye. Mike es un cirujano de trasplante, uno de los mejores en su especialidad. Tia es una abogada parte de un buffet de abogados importante, con un promisorio futuro. Ellos son padres de Adam, de 16 años y Jill de veintitantos. Adam, después del suicidio de su mejor amigo, desaparece.
Sus padres, antes de su desaparición, deciden espiarlo, con las herramientas que les dan el siglo XXI : instalan un software en su computadora que registra y relata todo que él ve y envía. También comprueban su paradero vía un GPS localizado en su teléfono celular. Adam aparece estar implicado con gente inadecuada.
Al mismo tiempo, Mike tiene un problema con un paciente, un joven que tiene la imperiosa necesidad de un trasplante de riñón. La fuente normal para un donante no está disponible para él, por motivos que Miguel pronto descubrirá. Por otro lado, un asesino misterioso y psicótico- de quien solamente sabemos que se llama Nash- vaga por la zona, asesinando a mujeres aparentemente al azar que de algún modo están interconectadas la una con la otra. ¿Y Nash? Su motivación es el amor. Y la protección. Hay conexiones entre quienes se relacionan con Adam, Nash y una chica, conexiones que no son reveladas totalmente hasta el final del libro. Y este final seguirá trabajando en el lector mucho después de que la lectura haya terminado.
Harlan Coben es una maravilla. Ni una palabra da muestras de un talento profundo, una facilidad para trabajar en el thriller que no es fácil de encontrar en los autores de best Sellers. Este es uno de aquellos libros raros que merecen ser leídos al menos dos veces: una vez para dejarse llevar a lo largo del relato, y otra para ver solamente como el autor lo llevó a cabo, sus conexiones internas, las señales, los trucos.
Lo que Coben hace en forma experta es lograr que varias historias y argumentos fluyan por su lado hasta que luego, despacio y de manera creíble, confluyen unos con otros. El argumento principal es el de Mike y Tia Baye. Mike es un cirujano de trasplante, uno de los mejores en su especialidad. Tia es una abogada parte de un buffet de abogados importante, con un promisorio futuro. Ellos son padres de Adam, de 16 años y Jill de veintitantos. Adam, después del suicidio de su mejor amigo, desaparece.
Sus padres, antes de su desaparición, deciden espiarlo, con las herramientas que les dan el siglo XXI : instalan un software en su computadora que registra y relata todo que él ve y envía. También comprueban su paradero vía un GPS localizado en su teléfono celular. Adam aparece estar implicado con gente inadecuada.
Al mismo tiempo, Mike tiene un problema con un paciente, un joven que tiene la imperiosa necesidad de un trasplante de riñón. La fuente normal para un donante no está disponible para él, por motivos que Miguel pronto descubrirá. Por otro lado, un asesino misterioso y psicótico- de quien solamente sabemos que se llama Nash- vaga por la zona, asesinando a mujeres aparentemente al azar que de algún modo están interconectadas la una con la otra. ¿Y Nash? Su motivación es el amor. Y la protección. Hay conexiones entre quienes se relacionan con Adam, Nash y una chica, conexiones que no son reveladas totalmente hasta el final del libro. Y este final seguirá trabajando en el lector mucho después de que la lectura haya terminado.
Harlan Coben es una maravilla. Ni una palabra da muestras de un talento profundo, una facilidad para trabajar en el thriller que no es fácil de encontrar en los autores de best Sellers. Este es uno de aquellos libros raros que merecen ser leídos al menos dos veces: una vez para dejarse llevar a lo largo del relato, y otra para ver solamente como el autor lo llevó a cabo, sus conexiones internas, las señales, los trucos.
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