de Yair Magrino
Milena Caserola, 2010
por Juan José Burzi
7 cuentos son los que forman parte de Porcelanas, primer libro de cuentos de Yaír Magrino editado por Milena Caserola. Sorprende la calidad narrativa de Porcelanas, y el claro camino literario que el autor comienza a desandar ya desde su primera publicación. Y si esto es sorprendente, es porque estamos acostumbrados a leer óperas primas plagadas de lugares comunes, fallas literarias evidentes, y estilos copiados de autores consagrados. No sucede eso con Porcelanas.
El cuento Porcelanas abre el libro, y esa es una trampa del autor: la de despabilarnos con un cuento original, que puede tener antecedentes en algunos autores publicados por la editorial Minotauro (pienso en Ballard, Burroughs…), un clima de futurismo decadente, donde las emociones y el amor son pastillitas que se pueden tomar y luego vomitar. Humor negro y ácido.
El resto de los cuentos difieren del tipo de escritura y temática de Porcelanas. Bajo la autopista, por ejemplo, trata de un outsider, un linyera que es testigo de un accidnete automovilístico y cuando está a punto de salvar a los integrantes del auto, rememora sus vivencias diarias, sus humillaciones, su dolor… el final lo dejo para uds.
Calamte Zanúguana es otro cuento con clima a ciencia ficción, pero es muy diferente al que abre el libro, y lo es por una simple razón: el único elemento ficcional es el ser Calamte Zanúguana, un extraterrestre que se masturba sin parar a la orilla de un lago y que es encontrado por un humano. Este particular ser es el último en su especie, y en su desesperación puede estar cifrada la de cuanquier ser humano, sin escamas y sin especie en extinción.
Doce campanas es un cuento denso y triste, que se acerca a un universo Onettiano, con un pobre infeliz (nunca tan bien graficado ese estereotipo) que se enfrenta a doce campanas especiales en su vida. Y algo de esa infelicidad también hay en las protagonistas de Me crucé con Claudia, un relato a simple vista más light que los demás, donde un chusmerío entre amigas revela, solapadamente, un profundo desencanto con la vida que a cada una le toca vivir. Ninguna novedad en nuestra sociedad de consumo y estupidez.
Sangre de jabalí es el cuento más impresionante del libro, un encuentro entre la urbe y lo salvaje, lo que empieza como un mal y peligroso chiste, termina siendo el momento de revelación de una existencia un tanto gris. Una situación límite (el protagonista con un cuchillo enfrentando a un jabalí) que requiere de acciones acordes.
Historias que no se olvidarán con facilidad una vez leídas, Porcelanas es más que un debut literario, es un futuro que tiene en este libro su primer capítulo.
El cuento Porcelanas abre el libro, y esa es una trampa del autor: la de despabilarnos con un cuento original, que puede tener antecedentes en algunos autores publicados por la editorial Minotauro (pienso en Ballard, Burroughs…), un clima de futurismo decadente, donde las emociones y el amor son pastillitas que se pueden tomar y luego vomitar. Humor negro y ácido.
El resto de los cuentos difieren del tipo de escritura y temática de Porcelanas. Bajo la autopista, por ejemplo, trata de un outsider, un linyera que es testigo de un accidnete automovilístico y cuando está a punto de salvar a los integrantes del auto, rememora sus vivencias diarias, sus humillaciones, su dolor… el final lo dejo para uds.
Calamte Zanúguana es otro cuento con clima a ciencia ficción, pero es muy diferente al que abre el libro, y lo es por una simple razón: el único elemento ficcional es el ser Calamte Zanúguana, un extraterrestre que se masturba sin parar a la orilla de un lago y que es encontrado por un humano. Este particular ser es el último en su especie, y en su desesperación puede estar cifrada la de cuanquier ser humano, sin escamas y sin especie en extinción.
Doce campanas es un cuento denso y triste, que se acerca a un universo Onettiano, con un pobre infeliz (nunca tan bien graficado ese estereotipo) que se enfrenta a doce campanas especiales en su vida. Y algo de esa infelicidad también hay en las protagonistas de Me crucé con Claudia, un relato a simple vista más light que los demás, donde un chusmerío entre amigas revela, solapadamente, un profundo desencanto con la vida que a cada una le toca vivir. Ninguna novedad en nuestra sociedad de consumo y estupidez.
Sangre de jabalí es el cuento más impresionante del libro, un encuentro entre la urbe y lo salvaje, lo que empieza como un mal y peligroso chiste, termina siendo el momento de revelación de una existencia un tanto gris. Una situación límite (el protagonista con un cuchillo enfrentando a un jabalí) que requiere de acciones acordes.
Historias que no se olvidarán con facilidad una vez leídas, Porcelanas es más que un debut literario, es un futuro que tiene en este libro su primer capítulo.
1 comentario:
que campion yaircito!!!
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