BORGES PROFESOR (de Martín Arias y Martín Hadis) por Nicolás Mazía

BORGES PROFESOR

de Martín Arias y Martín Hadis

Emecé, 2010

por Nicolás Mazía





Escribir en el tiempo


Pregúntese en la hora más serena de su noche: ¿tengo que escribir?”, enseña Rilke en Cartas a un joven poeta. Luego concluye, que si la respuesta es afirmativa entonces “construya su vida de acuerdo con esta necesidad.” Esto, me atrevo a decir aquí, sucede con Borges. Vivir de las palabras, no tanto en el sentido mercantilista del término como sí en el sentido existencialista. Preferir, a veces, las palabras mismas dejando de lado al objeto que esa palabra designa y nombra. Eso, entre otras cosas, sucede con Borges. Ver el mundo a través del lenguaje mismo y, a su vez, comprender que ese lenguaje está íntimamente relacionado con ese mundo.


Abelardo Castillo, en su prólogo a los libros que forman parte de la biblioteca de Los recobrados, confiesa que uno, “cuando es joven cree que todos los libros van a estar siempre.” Es cierto. Creer es cierto. Lo que no es cierto es que eso vaya a suceder. Los libros se editan, se publican, se agotan y desaparecen. A veces hay que esperar años para volver a verlos reeditados nuevamente, descansando sobre las mesas de las librerías. Esto sucede con Borges profesor. Diez años debieron acaecer para que las clases de nuestro escritor por excelencia volviesen a tener forma de libro.


Leer a Borges es como ir resbalando, o mejor, deslizándose por sobre las palabras, dejando que sus palabras, articuladas con esa perfección de rigor casi latino del cual gozaba, nos cuenten la historia de toda una cultura y de toda una tradición que reúne tanta historia, tanta palabra en el tiempo como gustaba decir a Antonio Machado, y, sobre todo, tanta literatura.


Martín Hadis, investigador y docente universitario, graduado en Sistemas en el año 1993, se une a Martín Arias, licenciado en Letras en la Universidad de Buenos aires, para conformar (o volver a conformar y hasta mejorar en palabra escrita) la carrera de doce años de enseñanza de Jorge Luis Borges. Recorrer estas clases es un poco como atravesar un laberinto (palabra indiscutiblemente borgeana), en el que, en cada esquina, encontraremos al mismo Borges indicándonos dónde doblar o qué camino tomar.


Veinticinco clases que parecen no bastar. Pienso que lo lindo de un libro de este estilo (más bien ensayístico) es el ansia y la necesidad que genera, al terminar de leerlo, de querer seguir leyendo más. Si bien Borges no es escueto ni egoísta en su sorprendente conocimiento, ni se guarda información que puede ser tanto valiosa como curiosa, sucede eso: uno siente que realmente seguiría leyendo si el libro constase, por decir un número al azar, de cuatro tomos más del mismo grosor y amplitud. La pasión de Borges conjugada con su memoria casi infalible, hacen de este libro, una obra esencial que, para quien admira a nuestro más grande escritor (junto con Marechal y con Arlt) y, para quien gusta y disfruta de la literatura inglesa y sus miles de recovecos, hacen de este libro, digo, una experiencia única, inclasificable y, me atrevo a decir, mágica. Porque escuchar a Borges, es decir, leerlo como profesor y como conferencista nos concibe la sensación de ir por un largo pasillo abriendo puertas y detenerse, frente a cada una de ellas y mirar (en el sentido de contemplar) nuevos universos que confluyen, todos, en el recuerdo. Claro que no cerraremos esas puertas. Por el contrario, quedarán abiertas como queda latente la voz en la memoria, o la música de la infancia siempre un poco adosada a la reminiscencia. Así, como dijimos unos renglones más arriba, es, sobre todo, eso: una experiencia mágica. Por el simple hecho de que él vivía de ese modo la literatura. Un poco de magia cargada de humor y de una lucidez devastadota. Así, leer a Borges es siempre redescubrirlo por primera vez. Leerlo hablar es precisamente encontrar detalles insospechados e insospechables que, muchas veces, sólo él logra dejarnos entrever, como aquello que dijimos referido al largo pasillo y a las puerta. Él nos da la llave que entra despacio en la cerradura y, desde ese instante demasiado crucial y demasiado decisivo, comienza una nueva historia.


Temas como la llegada a Inglaterra por parte de los pueblos de anglos, judos y sajones; la historia de los Vikings; los orígenes de la poesía inglesa; autores como Samuel Jonson, James Bowell, James Macpherson, William Blake, William Wordsworth, S. T. Coleridge, Thomas Carlyle, Robert Browning, D. G. Rosetti, William Morris, Charles Dickens y R. L. Stevenson, entre tantos otros más. Escritores y pueblos, todos ellos, que edifcaron y construyeron a este Borges profesor, cuentista, ensayista, poeta y conferencista.

“Sin darme cuenta me estuve preparando para este puesto toda mi vida”, confiesa Jorge Luis Borges, en el prólogo a este libro. Dedicar la vida a las palabras. Como dijo Sartre, si la literatura no lo es todo, entonces no hay que perder un minuto en ella.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Buenas noches. Estoy buscando este libro desde hace mucho tiempo. Agradecería si alguien pudiera indicarme donde coseguirlo aunque esté usado. Mil gracias. Desde Venezuela

Larry Salgado Leal

flymode dijo...

La misma inquietud, pero desde stgo de chile. Saludos

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