BALADA (de Marcelo Cohen), por Damián Lorenzo

BALADA

de Marcelo Cohen

Alfaguara, 2011

por Damián Lorenzo



En las realidades de los libros de Cohen (o al menos de los que publicó en los últimos años) las cosas tienen nombres neológicos, hay onomatopeyas y libertades estilísticas que pueden hacer las delicias de un riguroso crítico literario. Por lo general, estas características no son compatibles con el goce del lector común, ya sea porque se pierde guiños o citas, o porque simplemente se aburre y no siente el frénesi de leer ficción e ir ideando un paper o un ensayo para lograr alguna bequita, o publicar en alguna revista-ghetto. Pero el “por lo general” tiene excepciones, y Balada, la última novela de Marcelo Cohen, parece ser una de ellas. Es un libro que puede leerse sin dificultades, más allá de tener que detenerse en alguna palabra inventada, o de tener que situarse en una realidad ficcional, ubicada en un escenario ficticio: el Delta Panorámico.

¿De qué trata Balada? Es la historia de Lerena Dost, una mujer fría y hermosa, que desea encontrar a una ex cantante y líder pseudo religiosa llamada Dona Munava. La finalidad de ese encuentro está basada en expresar agradecimiento y en recompensar a Dona ya que ella le proporcionó un número que resultó ganador de la lotería.

Antes de iniciar esta búsqueda, Lerena Dost pide ayuda a su ex psicólogo, Suano Botilecue, quien fuera expulsado a causa de un enredo amoroso que tuvo con Lerena. La vida de Suano, luego de ese incidente, fue barranca abajo, motivo más que suficiente para que Suano se niegue, en un principio, a ayudarla. Finalmente acepta, y ambos inician una búsqueda un tanto bizarra (como es, en el fondo, toda la novela y sus personajes) hasta dar con Dona.

Pero antes de dar con Dona, los protagonistas pasan todo tipo de peripecias, cruzándose con los personajes más singulares que se puedan imaginar en paisajes de ensueño. Estos encuentros enriquecen la historia y merecen más espacio del que tienen. Es que Marcelo Cohen posee una facilidad sorprendente para crear mundos y submundos y hacerlos asequibles a nuestra imaginación.

Narrada en una primera persona plural, (un “nosotros” que engloba a los habitantes de los alrededores de la fonda Deluxin, lugar donde Suano trabaja), Balada reconfirma algo que quienes hemos leído a Cohen ya sabíamos: estamos ante uno de los más originales e interesantes autores de la argentina.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Las despiadadas se alegran en saludar a los asesinos tímidos.

http://lasdespiadadas.blogspot.com/

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