¿NADIE NAVEGA POR UN PICARO?
Dicen que no es revolucionaria. Tampoco una revisión. Es nueva (o lo era hace unos meses, cuando se presentó en nuestro país en edición rústica de 800 páginas). Se destaca por una gran capacidad expositiva. Revisa, actualiza, simplifica (“la opcionalidad es el cáncer de la ortografía, porque mina la unidad”, como bien dice el Dr. Pedro Luis Barcia (Entre Ríos, 1939), Doctor en Letras, lingüista, profesor e investigador universitario. Y para acabar con los malentendidos, lo supimos entonces: no se usa la “k” por la “c” (nada de kasa, felizmente), y no se suprimió la “h” muda, mal que le pese a Gabriel García Márquez, que en 1997, en el Congreso Internacional de
Hablamos en esta oportunidad, porque es un tema atemporal, por lo menos hasta la próxima, de
Con el inteligente sentido del humor que lo caracteriza, durante una hora, aquel día, Barcia hizo gala de su fino arte de la oratoria para transmitir (perdón, “trasmitir”) las premisas básicas de la obra, desde el principio de que “escribir como se pronuncia es el gran avance parcial de esta Ortografía”, pasando por la simplificación de grupos consonánticos (“psicología”, como ya se sabe, pero no viene mal recordarlo, dejó de existir: ahora es “sicología”, al igual que “transporte” ha sido sustituido por “trasporte”, y un día no muy lejano el temible tsunami perderá la “t”, a ver si con eso también algo de su devoradora velocidad), hasta la constatación de que “la ortografía es penosa de aprender y de allí la reacción fuerte frente al cambio de sus reglas”.
En efecto, desde su presentación en España, esta obra desató tantas polémicas –ya casi olvidadas-, como adhesiones. No se trata aquí de reflotarlas. Pero resulta interesante conocer de qué modo los académicos se defendieron de las objeciones que presentó, por ejemplo, el escritor Javier Marías... ¡miembro de
En primer lugar, Marías se mostró, con razón a mi humilde entender, en contra de quitar la tilde a “solo” (adverbio “solamente”).
De próxima aparición,
Pero para terminar, y a propósito de Javier Marías, cómo no mencionar su novela, Los enamoramientos, premio Europeo a
2 comentarios:
"Psicología se escribe con «p» inicial por derivarse la palabra griega «psyché», que comenzaba con la letra «psi». A partir de la edición del Diccionario de la Academia de 1956, se incluyó también la forma «sicología», que no fue bien recibida por los profesionales de esta disciplina y sus ramas afines, por lo que, en los tratados en español, se utiliza casi siempre la forma «psicología». La variante sin «p» es más usada por la prensa y por legos.
Otra razón más para ponerla es que «sicología» se puede entender, por razones etimologócias, como «ciencia de
los higos». De hecho, «sicono» singifica «infrutescencia de la higuera y especies afines»."
http://www.elcastellano.org/consultas.php?Op=ver&Id=743
Sobre a normatividad de la escritura de la palabra psicología, encuentro interesante considerar este punto de vista:
"Psicología se escribe con «p» inicial por derivarse la palabra griega «psyché», que comenzaba con la letra «psi». A partir de la edición del Diccionario de la Academia de 1956, se incluyó también la forma «sicología», que no fue bien recibida por los profesionales de esta disciplina y sus ramas afines, por lo que, en los tratados en español, se utiliza casi siempre la forma «psicología». La variante sin «p» es más usada por la prensa y por legos.
Otra razón más para ponerla es que «sicología» se puede entender, por razones etimologócias, como «ciencia de
los higos». De hecho, «sicono» singifica «infrutescencia de la higuera y especies afines»."
Tomado de:
http://www.elcastellano.org/consultas.php?Op=ver&Id=743
Publicar un comentario