EL CENTRO DEL MUNDO (de Ercole Lissardi), por Diego Gentile




EL CENTRO DEL MUNDO
de Ercole Lissardi
Planeta, 2013
por Diego Gentile





Cuando se suele citar a autores uruguayos, hay ciertos nombres que acuden a la mente sin demasiado esfuerzo: Juan Carlos Onetti, Eduardo Galeano, Mario Benedetti, Felisberto Hernández… y quizá en unos años el nombre de Ercole Lissardi logre hacerse un espacio entre esos famosos. Y si lo hace, será por la ya archifamosa prepotencia de trabajo de la que hablaba Roberto Arlt: Lissardi publica dos o más novelas cortas por año, no tarda más de uno o dos meses en escribirlas, y las piensa como un conjunto. Así, existe la llamada “trilogía de la infidelidad” y ahora llegan, publicadas en un mismo volumen, tres nouvelles que podrían integrar una “trilogía del deseo”.
El centro del mundo es el título del volumen y de la primera nouvelle, la segunda se llama La diosa idiota y la que cierra el volumen La educación burguesa. En estas tres historias hay descripciones gráficas de escenas de sexo, motivo por el cual el autor ya había sido acusado de pornógrafo en Uruguay. Es curioso como la narración, que nunca es del todo “literaria” (en el mal y buen sentido de la palabra) cambia de registro en forma ágil y sin que medie ningún tipo de problema en el lector. Pasa de describir un paisaje o un estado de ánimo profundo a contarnos como una adolescente se entrega a un trío en una playa por la noche (El centro del mundo) o de la descripción de una rutina aburrida a un juego sexual intenso y un tanto oscuro (La educación burguesa).
Como el mismo autor afirmó, El centro del mundo (la nouvelle) se centra en el cadáver del protagonista y en el narrador fantástico e imposible que nos va contando cómo Elías llegó a ser cadáver; La diosa idiota es un tratado erótico acerca de la metafísica, de la existencia, del sentido; y La educación burguesa, como lo podemos intuir desde el título, versa sobre la mirada política social y sexual, sobre las obligaciones rancias y sin fuego a las que se expone cierto segmento de la sociedad y al deseo ardiente que a veces, políticamente incorrecto, arrasa con los individuos.
El centro del mundo es la primera edición argentina de un autor que hay que descubrir y leer, una voz diferente que se ocupa ni más ni menos que del motor vital de la existencia: el sexo.

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