LA VIDA COTIDIANA
de J.G.Ballard
Caja Negra, 2013
por Juan José Burzi
Son cuatro entrevistas, extensas, de diferentes épocas (la
primera,por ejemplo, de 1982, cuando Ballard no era tan masivamente reconocido
como sí lo fue luego) que juntas pueden resultar un buen diccionario
ballardiano de las obsesiones y componentes de su obra literaria.
Por ejemplo, se revela algo que resulta obvio luego de ser
leído: Ballard encontraba elementos de inspiración leyendo revistas médicas.
También da cuenta de su admiración por el movimiento surrealista (Dalí, Ernst),
por otros autores (Borroughs, Joyce), su interés por el movimiento punk, el
interés casi erótico que le despertaban los choques de auto, y que luego plasmó
en La exhibición de atrocidades y más
puntualmente en Crash.
El libro ofrece un panorama tan fascinante como inesperado,
porque quien lee los libros de Ballard sin tener referencia de su vida, bien
puede creer que el autor está encerrado en un psiquiátrico. Nada más alejado de
la realidad: vivió la mayor parte de su vida en Shepperton, un barrio de los
suburbios, criando a sus tres hijos, huérfanos de madre a causa de su temprana
muerte.
El mundo de Ballard, alucinante, grotesco, repleto de
psicópatas, de realidades futuristas que nos esperan a la vuelta de la esquina,
es concebido en una casa de familia, con un ritmo de trabajo para nada
frenético, sin drogas, sin descontrol. Eso es lo más asombroso. Ballard es un médium entre el presente y el
futuro, un visionario que profetiza un futuro para nada acogedor.
Por los motivos antes mencionados, se puede aseverar que Para una autopsia de la vida cotidiana es
un libro ideal tanto para quien ya conoce la obra de Ballard como para quien no
la leyó nunca. Una guía con guiños y llamadas al pie para unos, y una puerta de
acceso a mundos ya no tan futuristas para otros.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario