de Felipe Herrero
Edición de Autor, 2009
por Luis Falcone
Otoño y olvido de Felipe Herrero es un libro de 32 páginas. Es un libro de pequeñas dimensiones: mide 17 cm. por 11 cm. Es fácil de llevar en el bolsillo. Y tiene apenas ocho relatos cortos o poemas en prosa.
Hasta ahí la comodidad. Porque como todo buen libro (apruebe o no las cuestiones del soporte físico), nos incomoda. Porque para eso se escribe, para incomodar e incomodarse, o por lo menos para sacarse esa “molestia” de encima y mostrarle al lector que para leer en serio no es suficiente la distracción que se propone por ahí como salvación de los horrores cotidianos. A esos horrores se los combate metiéndose en ellos para pelar desde adentro. Entonces sí, la lectura y la literatura aparecen como salvación.
Si algo negativo aparece en Otoño y olvido es, quizá, la falta de distancia entre lo que sucede y la emoción todavía caliente del autor. Las emociones crudas (no las emociones recobradas por el recuerdo) parecen todavía muy presentes y, justamente eso que parecería una pincelada de espontaneidad, hace que surja en primer plano algo que a veces parece demasiado hermético.
El libro es de una inmensa brevedad. Todo sucede adentro mirando afuera y otra vez adentro. “Silencio alrededor. El tiempo opresivo me aprieta el alma, me ahogo. Afuera, el mundo ajeno”.
Hay que recomendar la lectura de Otoño y olvido, porque lágrimas incontenibles o comprensivas sonrisas, aparecen solas desde adentro, hacia fuera y otra vez hacia adentro.
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1 comentario:
Muy buen libro.
Felipe Herrero no sólo escribe muy bien, sino que, además, te transporte en dos palabras a mundos únicos, íntimos, inolvidables.
Muy buena la reseña, logra entusiasmar.
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